Las venganzas del pensamiento

La evolución del ser humano y su mente desde el inicio hasta la fecha ha ido creando su propia dinámica de crisis o serenidad dependiendo de su dueño, el cual crea imágenes que significan tanto que el sujeto comienza a vivenciar circunstancias de acuerdo al contexto y el público, que podrían ser de amor, dolor, terror, guerra o conflictos. Evolución que a mi parecer ha sido un poco lenta, ya que hasta que no se utilice más el pensamiento y se direccione a un trabajo holistico de ir transformando los resentimientos en razonamientos, las culpas en perdón, la envidia en creatividad, la soberbia en goce, solo hasta entonces el pensamiento dejará de vengarse del cuerpo humano y aliviara algunas enfermedades psicosomáticas que en términos científicos son difíciles de cuantificar debido a las variables.

Nacimos para vivir y morir en felicidad, cuando se altera estas premisas el mismo cuerpo se revela y se venga atacando el cuerpo en forma progresiva, entre ellas; la ansiedad, ulceras en el cuerpo, estrés, hipertensión arterial, cáncer, infartos, entre muchas otras cosas.

El libido, llamado así por Sigmund Freud del hebreo antiguo "li" que significa dos y "bido" que significa vida que quiere decir mis dos vidas, una denominada consciencia y otra que la llamo inconsciente, ese que existe dentro de cada uno de nosotros para disfrutar los regalos de la vida, donde el goce, la creatividad, la paz, la inteligencia y se oponen al norte, este se enoja y ataca al cuerpo: lo neutraliza, lo enferma y si se vuelve frecuente, lo mata.

Es conveniente pensar en graduarnos más de humanos criticando menos y admirando mas, razonando con mayor sensatez y sintiendo más. Es posible preguntarnos si hay personas más evolucionadas que otras, a mi parecer si las hay. Montiesquieu decía "Somos diferentemente iguales", y es verdad, todos respiramos el mismo aire pero no con el mismo placer de sentirnos vivos.

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Con gusto, sí les place, seguiremos indagando sobre los interesantes temas del pensamiento en los siguientes post. Un saludo.

Nicolás Camperos

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