Poesía desordenada
Estaba pensativo, mirando hacia el cielo e ignorando mi conciencia,
algunos le llaman mirar al infinito.
Por instantes tenia conocimiento con episodios de realidad,
era mi mente, era mi cuerpo, algo andaba mal.
Estoy entre trance y trance, instantes de cordura de los cuales uno duda
si se tiene la verdad ya que hasta el más inconsciente tiene la razón.
A veces se ha debatido por ratos algo evidente o lógico
lo que se cree que se va a llegar a una conclusión mas absoluta
que lo importante que fue la dinámica conversada.
Si nos ponemos a meditar lo que pasa hoy, lo que pasará mañana
inevitablemente nuestra cabeza se vuelve tan grande
que hasta estalla.
No podemos explicar los mitos y misterios más recurrentes,
como cuando comenzó la tierra
y cuando tu cara apareció en mi mente.