Desde hace tiempo tenía muchas ganas de conocer lugares nuevos y diferentes, así que siguiendo mi intuición me fui aventurando con mi mochila y mapa en mano. Empecé a recorrer muchos horizontes, me encontré con algunos obstáculos en el camino, pero seguí en marcha, también se avecinaba una tormenta, así que apresure el paso.
Se hizo de noche y logre entrar en una cueva para refugiarme, así no corría peligro con la tormenta, me di cuenta que el lugar era muy grande, no parecía cueva, tenía laberintos y como me mataba la curiosidad decidí caminar hacia estos.
A medida que transitaba los laberintos se iba haciendo más oscuro, entonces saque mi linterna pero olvide ponerle las pilas, no sabía que hacer entre tanta oscuridad, pero para calmarme me decía a mí misma: “tranquila, pronto amanecerá”. Sin embargo sentía que la madrugada no avanzaba, era como si el reloj se quedara congelado.
A la media hora empecé a calmarme, ya estaba un poco relajada y con un poco de agua que había tomado me recosté en una roca. No pasaron ni 10 minutos cuando escuche unos ruidos misteriosos a lo lejos, eran las tres de la mañana, no les preste atención los ignoré pero seguían insistentes, a la tercera vez ya no aguanté y me levanté, me fui siguiendo los ruidos aunque no voy a negar que estaba algo asustada.
Me iba acercando cada vez más y se agitaba mi respiración, el sudor me recorría por la frente y mi corazón casi se me salía del pecho. De repente todo se quedó callado y vi de lejos una luz, rápidamente fui hacia allá, cuando me acerque se trataba de un anciano como de unos 80 años, su piel ya estaba muy arrugada, era tuerto y con sus manos temblorosas tenía una linterna y solo un bastón lo sostenía.
A pesar de su aspecto no me asusté mucho, pues tenía la esperanza de que me ayudara a salir del sitio. Entonces le pedí ayuda y él se me quedó viendo con un rostro que reflejaba burla y me dijo: “no se preocupe, yo la ayudo pero sostenga mi mano porque este bastón no es suficiente para sostenerme”, cuando fui a tomar su mano me di cuenta que estaban llenas de algunas yagas, pero aun así la tomé.
A mitad de camino me susurró al oído diciéndome: “tranquila, ya vamos a llegar”, yo asustada por dentro deseaba que fuera verdad y seguimos caminando un trecho largo. A las cinco de la mañana por fin llegué a la salida, mi alegría no era normal y le agradecí al anciano su ayuda, incluso ofrecí sacarlo de ese espantoso sitio, pero él me dijo que ese era su hogar, que nunca saldrá de ahí, no conoce más nada, solo eso.
Ya casi amaneciendo de tanto que anduve por las calles me encontré una pequeña posada, la cual se veía acogedora, entré y me recibieron con amabilidad, subí a la habitación y descansé por un buen rato, luego me bañe y me sentí tan feliz… me dieron mucha comida e hice algunos amigos. A las nueve de la noche me sentí con ganas de salir al patio a refrescarme y la mucama me dijo: “tenga cuidado por ahí, no se aleje mucho”, yo no le presté mucha atención.
Salí, disfruté de la brisa, la noche serena, el sonido de los grillos, el reflejo de la luna, sentía la libertad dentro de mí. Al cabo de un rato escuchaba unos pasos cerca, pero cuando volteaba no había nadie, luego vi una sombra como de una persona alta, pero no veía a nadie, decidí regresar a la posada, apresurada empecé a caminar, fue entonces cuando me encontré de frente con aquel anciano, me tomó del cuello y me acercó un cuchillo, ya no tenía bastón y sus manos no temblaban, el cuchillo se acercaba directamente a mis ojos y me dijo: “que curioso como se agrandan tus pupilas”, fue cuando lo pise con mi gran zapato.
Mientras se quejaba de dolor yo salí corriendo, corrí tanto que me aleje de la plaza, llegue de nuevo a la posada pero curiosamente ya no se encontraban las demás personas por ningún lado, era como si se les hubiese tragado la tierra. Solo estaba la mucama sentada en el mismo sitio y me dijo con tono de burla: ¿Qué fue lo que dije?
Corrí a mi cuarto desesperada, cerré la puerta con llave, me arropé hasta la cabeza y apenas amaneció, tomé mis cosas y salí huyendo del lugar…
Fuente
que linda la cueva debió ser emocionante espero que sigas teniendo lindas y emocionantes aventuras espero que le des un vistaso a mi blog y me votes eso me aria muy feliz
Me encanto tu cuento, ¡nena cuando publiques algo avísame!, me hubiera gustado resteemit, pero en el día 6 esta dura la cosa, en mi próximo micro cuento te voy a hacer promoción. Eres Genial, por otro lado no te pierdas de mi blog, pasa y ve las novedades.
Muchas gracias amigo! yo ando perdida de aquí por eso no he visto tu blog últimamente, pero ya me pongo a eso jeje :)