Otro capítulo de la novela "Conspiración Ragnarok", originalmente escrita por mí, traducida al español por Gabriel González, ilustrada por @marylucy con la portada de Keith Draws.

Al igual que el original, este libro se publica STEEM-primero. Nuestro objetivo es completar la serie STEEM y publicar el libro electrónico antes del Black-Friday (29 de noviembre).

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Part III

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18

Matones

Conurbación Holandesa Randstad, 26 de Abril del 2047

"Señor Gottschalk, por favor, pare de tratar de pelear con nosotros, sólo estamos aquí para hablar."

La extrañamente amigable y fuertemente acentuada voz de su atacante más joven contrastó enormemente con la dura e inexpresiva expresión en el rostro del hombre. No debía de ser mayor de veintitantos años, quizá incluso menor. Aun así, este joven Caribeño con rastas hasta la mitad de la espalda tenía un aire autoritario.

El otro tipo, un enorme tipo negro como una montaña y calvo, de al menos dos metros y medio de alto y pesando fácilmente tres veces lo que el más pequeño estaría en sus treinta. Conformaban al equipo más raro de atacantes, fuera de lugar sin importar el contexto. Ambos vistiendo el mismo bien confeccionado y clásico traje negro del tipo que la gente solía usar en las bodas antes de que los trajes de boda Taxoga se volvieran famosos. El traje a pesar de darle un aire de novio de bodas al tipo pequeño, a la enorme masa negra le otorgaba un aire de bravucón elegante.

"¿Qué quieren de mí? Soy un simple minero de escombros sin ningún interés político."

Pete sabía que sus atacantes tenían que ser agentes de Nueva Zion. Ambos habían esperado por él en su sala cuando llegó a casa. Al principio, Pete había pensado que se trataba de un simple robo. Como veterano con años de experiencia en combate, Pete no debía de haber tenido problemas peleando con dos ladrones, incluso si uno de ellos era tan monstruoso en estatura que podría fácilmente pelear con un gorila espalda plateada y derribarlo. Las habilidades de combate de Pete eran buenas, excelentes dirían algunos.

Nada lo había preparado, aun así, para las habilidades de combate de esos dos. Los dos tipos de piel oscura se las habían arreglado para absorber la energía de cada uno de sus puñetazos y patadas y las usaron en su contra como si de un nuevo recluta se tratase. Esos dos no podían ser ladrones, tenían que ser agentes de Nueva Zion y si era así no presagiaban nada bueno.

"Creo, señor Gottschalk, que tuvimos un mal inicio" —La suave voz habló mientras el segundo atacante sostenía a Pete en una llave a la cabeza—.
"Permítanos presentarnos, señor Gottschalk, Puede llamarnos John y Xavier si lo desea. Xavier no tendría problemas en mantenerlo así indefinidamente, pero si promete comportarse ambos podremos hablar tranquilamente y Xavier no tendrá que seguir teniéndolo así de incómodo. Si tan solo responde todas mis preguntas nos iremos en paz luego y nadie saldrá herido."

Pete se dio cuenta de que no tenía oportunidad de salir de esta peleando, un sentimiento de debilidad lo invadió.

"Ok, ok, mantendré la calma. Como ya dije, no tengo interés en la política y, mierda, tienen al tipo equivocado."

"Déjalo ya, Xavier, el señor Gottschalk no nos dará más problemas."

Mientras el gran tipo soltaba su agarre y retrocedía, Pete sentía que no había sido más que un niño pequeño e inofensivo. El Agente Latour permanecía de pie, amenazante, a un metro detrás de Pete, tan callado como había estado desde que Pete entró en la habitación.

"Nuestras preguntas no son tanto acerca de política, señor Gottschalk," — dijo el Agente Bridgewater— "estamos aquí por el envío especial que recogiste en tu último vuelo. Rastreamos a un errante que desaceleraba en la escombrosfera, señor Gottschalk. Los errantes no desaceleran, ¿Cierto? Entonces, unos cuantos días después detectamos una nave, su nave, tomando este objeto. ¿Podría ser tan amable de darnos alguna información sobre el objeto que tomo de la aglomeración de la ISS, señor Gottschalk?"

Al Pete darse cuenta de que hablaban de la cápsula de Robert su rostro se endureció. No iba a guiar a estos tipos a su hermano menor, sin importar qué.

"Me podrán matar, pero no diré nada sobre ningún objeto."

La expresión de John Bridgewater se endureció aún más y también lo hizo su voz.

"Usted en serio no quiere jugar con nosotros, señor Gottschalk. Nueva Babilonia no pondrá un pie sobre este planeta, no en mi guardia. Lo que sea que esté escondiendo para ellos, señor Gottschalk, Xavier aquí tiene muchos más trucos bajo la manga que sólo artes marciales y músculos fuertes. Podemos hacer esto amigablemente o te puedes ir relacionando con otro de los talentos de Xavier y le aseguro, señor Gottschalk, la última opción no será para nada placentera."

Los ojos de Pete se abrieron de par en par, quería proteger a su hermanito, no parecer que estaba involucrado con la escoria de Marte Uno.

"No, por favor, señor Bridgewater, por favor, usted no entiende. No me interesa la política, pero Nueva Babilonia es malvada, no haré lo que me pidan aunque me consiguieran un millón de barriles llenos de Base. No recogí nada de Nueva Babilonia en mi último vuelo, lo que recogí de allí no tiene nada que ver con su causa."

Una desconcertante, pero aun así amigable, sonrisa se formó en el rostro de John y la amabilidad volvió a su voz.

"Me inclino a darle el beneficio de la duda, señor Gottschalk. Por ahora es eso, sin embargo lo vigilaremos muy de cerca. Ven, Xavier, dejaremos al señor Gottschalk por ahora."

Al pasar a su lado el Agente Latour y ambos dirigirse a la puerta, el agente Latour finalmente habló por primera vez con una voz algo agitada y con un marcado acento francés.

"Deja de llamarme ecks-ZAY-vi-er, John. ¡Es SHA-vi-er!"

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