¿Qué es un sesgo?

Un sesgo cognitivo es una especie de filtro que nuestra mente coloca a las informaciones que recibe a través de los sentidos para darle su propia interpretación. Es como si usásemos unos lentes de color verde: Todo lo que vemos va a estar influido y distorsionado bajo la influencia de ese color.

El sesgo surge como una necesidad de nuestro cerebro de filtrar todo el cúmulo de información que recibe a cada segundo, y tomar una decisión con base a la información más confiable. El problema es que no siempre acierta y en ocasiones toma decisiones basado en interpretaciones erróneas y hasta caprichosas.

Los sesgos cognitivos son objeto de estudio de la psicología, ya que debido a estos, los seres humanos toman muchas decisiones equivocadas que les acarrean un malestar significativo, sin embargo no son conscientes de ellos y continúan tomando las mismas decisiones basados en los mismos criterios "sesgados".

Se han estudiado alrededor de 20 sesgos cognitivos; hoy vamos a analizar solo dos y en un próximo post hablaremos de un par más. Hoy veremos el sesgo de confirmación y el sesgo de atribución.

Sesgo de confirmación

Es cuando damos por ciertas las informaciones que confirman nuestras creencias e ignoramos cualquier evidencia que la contradiga,sin considerar siquiera que esta información pueda ser cierta. Este sesgo es muy común en temas álgidos como en el amor, religión, política, deportes o ciencia. Veremos ejemplos de algunos de ellos:

Política: Si un político que pertenezca al partido al que pertenecemos o con el que simpatizamos es acusado de corrupto, inmediatamente pensamos que se trata de alguna trampa o "montaje" y no queremos ni ver las pruebas en su contra; en cambio si la acusación de corrupción es para el partido rival, aunque no haya ninguna prueba de tal hecho, lo damos por cierto.

Deporte: Nuestro héroe de fútbol cae derribado: ¡Falta! Si cae derribado un jugador del otro equipo: ¡Tarjeta amarilla, está fingiendo, árbitro vendido!!

Ciencia: Si creo que las vacunas son perjudiciales para las niños, solo voy a ver al 5% de los casos en que esto ha ocurrido e ignoraré al 95% en los que no ha habido problemas.

En el amor: Enamorado, solo veré las cosas buenas de la otra persona y las cosas que me confirman que me ama. Todo lo que haga que me dé a entender que no me quiere o que me es infiel, etc., no lo veré. En este caso no importa que todo el mundo a mi alrededor pueda darse cuenta de la realidad, ni que traten de abrirme los ojos.

Sesgo de atribución. (Llamado sesgo de correspondencia o error fundamental de atribución)

Muy común y se manifiesta cuando le atribuimos a otros intenciones en sus actuaciones, especialmente con nosotros. Así, una mirada puede ser interpretada como hostil o amorosa, cuando la persona en cuestión realmente ni nos estaba viendo. Gracias a este sesgo se rompen relaciones, se generan enemistades de todo tipo y conflictos que se hubiesen podido evitar fácilmente. Clásico es el caso de los mensajes de texto o de whatsapp o cualquier otra red social. ¿Cuántas veces un inocente mensaje es tomado por su receptor por una gran ofensa? La interpretación del mensaje tiene mucho que ver con la relación que tengan los que se comunican. Si hay recelos y desconfianza, lo más probable es que los mensajes sean una batalla campal, aun sin proponérselo.

Hay una historia muy famosa, cuyo protagonista sufría de sesgos. Hay varias versiones, pero les cuento la que más me gusta, que fue la primera que escuché (me lo contaron por allá en el 98). Dice así:

Un hombre que iba por una solitaria carretera a media noche, se le espicha un caucho (yanta). Asustado, se baja rápidamente del carro a buscar el caucho de repuesto, la llave para sacar las tuercas y el gato; para su horror, descubre que el gato no está. Se lo había prestado hacía unos días a un amigo y había olvidado recuperarlo. Ahora, ¿qué haré?

Fuente: https://pixabay.com/es/por-carretera-vac%C3%ADo-est%C3%A9ril-calma-1576538/

Mientras ve a su alrededor el paraje solitario, divisa una luz a lo lejos. Pudiera ser una casa y quizás puedan ayudarlo. O no, quizá es solo un poste de luz, está muy lejos como para notar la diferencia. Decide caminar en dirección a la luz, para despejar la duda. Al poco empieza a ver mejor y descubre la silueta de una casa, y para su alegría divisó un camión aparcado en el porche, por lo que era muy probable que el buen hombre tuviese un gato.

Es la 1:00 a.m. Ese hombre estará dormido desde hace rato, pensaba nuestro accidentado amigo mientras se dirigía a la casa. No le va a gustar que alguien toque a su puerta a esta hora; seguramente es un rudo capataz de alguna siembra de cacao que tiene que levantarse de madrugada para la faena y se va a molestar muchísimo con mi llegada inoportuna. Capaz hasta tiene una escopeta 4 cañones cargada para vaciarla en el primer intruso que ose perturbarle sueño en su propiedad.

Pensando en todo esto, ya está a pocos metros de la casa. EL camión es el típico de los asesinos en serie de las películas, de esos que se comen a los forasteros que se quedan accidentados y piden ayuda; sí, este tipo seguro es un psicópata que tiene el patio sembrado con los cadáveres de sus víctimas... toc toc toc al fin llega y toca a la puerta. Nada... toca de nuevo un poco más fuerte TOC TOC TOC... no hay respuesta. Cuando estaba por desistir, escucha unos pasos pesados, como de alguien muy grande. Sí, es él, el hombre con la escopeta, el psicópata. Se abre la puerta y ante ella está, efectivamente un hombre de mediana edad, alto, fornido y con cara de sueño; pero antes de que pudiera siquiera abrir la boca, nuestro amigo le dice:

• Mire, métase su gato por donde mejor le quepa, oyo!!!! y se fue.

¿Cómo evitar los sesgos cognitivos? En una próxima entrega

@psicomar