¿Es sabia la naturaleza?

La naturaleza nos rodea. Un enfoque sostiene que formamos parte de ella, el otro argumenta que somos el adversario de ella. Pero la realidad es ineludible, nos rodea, nos provee. Esto significa que existe una relación entre el hombre y la naturaleza. Y como toda relación, sino se mantiene equilibrada puede acarrear consecuencias terribles. Conocemos de la vida y de la muerte. A veces ocasionamos la muerte de algunos elementos de la naturaleza para sobrevivir y es precisamente en esta acción que nos olvidamos de medir las consecuencias que podemos ocasionar. En este artículo queremos describir cómo la naturaleza nos imparte su sabiduría mostrando lecciones prácticas que nos pueden servir hasta en Steemit.

La acción del ser humano, hasta donde sabemos, está supeditada a su duración de la vida. Todo lo que tiene que hacer debe realizarlo mientras tenga vida. Al perecer, pues no tiene mucho que aportar si no ha dejado obras trascendentes. En contraste, la naturaleza tiene una capacidad impresionante de regeneración en muchos casos. Por imprudencias del hombre se queman hectáreas enteras de sabana y bosques, sin embargo, la hierba retoña desde las cenizas con un verdor impresionante.

En otras situaciones hasta el fuego es aprovechado por algunas plantas para propagarse más allá de sus sitios y así tener mayor influencia en mayores zonas geográficas. ¿Qué podemos aprender de este hecho? Que como seres humanos también podemos sobreponernos a las dificultades- Quienes hacemos vida en Steemit debemos aprender de esto cada vez que nos sentamos a publicar algo, la pregunta clave debe ser ¿trascenderá mi publicación a mi vida terrenal? ¿le será de utilidad para las próximas generaciones las ideas y propuestas que estoy publicando? Nuestra mirada debe mirar más allá de la vida terrenal, debe apuntar hacia la eternidad.

Cuando observas un árbol seco y las ramas que poco a poco van perdiendo las hojas como las que vemos en la figura de la derecha, uno no puede evitar pensar en la belleza que transmite la figura. Y partiendo de allí, de ese espectáculo que forma esas ramas secas contrastando con el cielo azul del atardecer, pasas por las mil y un maneras de aprovechar este recurso que nos otorga la naturaleza. Los palos secos, aun muriendo sirven de materia orgánica que le pueden servir de nutrientes para el crecimiento de las siguientes generaciones. Nos regalan la belleza en el paisaje que miramos. Si se cortan de manera estética nos pueden servir de bancos para sentarnos en un parque o en cualquier ambiente exterior. Para los más campestres, proveen leña para hacer deliciosos asados o parrillas y amenizar compartires con los amigos y allegados en una celebración cualquiera. Como lo dije, hay mil y un maneras de aprovechar este recurso. Y la pregunta clave: ¿Cuál es la lección compartida? ¿Qué sabiduría nos comparte la naturaleza?

Que debemos asegurarnos que para el momento de nuestra extinción podamos proporcionarles suficientes recursos para las siguientes generaciones. Y al volver otra vez al entorno de nuestra estancia en Steemit, es preciso recordar a cada usuario que debe asegurarse que en cada publicación debe suministra un valor agregado, una sabiduría que le permita a los demás usuarios que seguirán conviviendo en este ecosistema vivir y superar las dificultades que se le hayan de presentar en las próximas generaciones.

El propósito de esta publicación es hacer un llamado reflexivo a todos quienes convivimos en esta red para que tomemos mayor conciencia de la calidad de nuestras publicaciones y su utilidad, aprendiendo de la naturaleza, especialmente de los árboles que dan el todo por el todo incluso más allá de sus muertes. Adornemos este ecosistema de manera asombrosa con nuestras publicaciones y así, más allá de una simple presencia nuestra, nuestros lectores sabrán apreciar la sabiduría compartida. Requiere un esfuerzo supremos de nuestra parte, pero seguro que valdrá la pena. Debemos dejar la simplicidad, procuremos dejar un valor agregado en cada publicación. De esta manera dejaremos rastros y huellas perpetuas. Quizá no seamos testigo de ello, pero estaremos seguros de haber puesto lo mejor de nosotros.