No morí evolucione.

Una noche desperté a qué hora no lo sé, de lo único que estoy seguro es que no podía moverme normalmente intente alcanzar el teléfono para llamar y pedir ayuda pero el teléfono se calló y rodó debajo de la cama. Mi primer pensamiento fue no quiero morir solo, así que decidí darlo todo para vivir para poder ver a mi hijos otra vez.

Me tire al piso mi movilidad era tan nula que caí en peso plomo, caí boca arriba y como pude me arrastre hacia afuera de mi habitación hasta llegar a la orilla de la escalera, hacerlo me llevo tanto tiempo que en vez de horas me pareció una eternidad.

El mismo pensamiento rondaba mi mente una y otra vez y era –Dios por favor no me permitas morir solo. Estaba dispuesto a luchar hasta el final y como pude me arrastre hacia las escaleras y como estaba cuesta abajo mi peso me hizo dar vueltas y golpearme la cabeza. Aun yacía boca abajo, aunque no podía hablar ni mover mis brazos y piernas, yo estaba muy lúcido. Podía escuchar las personas pasar por fuera de mi casa e intentaba hablar sin éxito solo gemidos salían de mi boca y eran tan bajos que nadie me escuchaba.

Llore mucho estaba sucio, con raspaduras en mi piel, lleno de mi propio vómito y orina. Por un momento pensé es todo nadie se va a dar cuenta que estoy acá dando mis últimos respiro. Pero para mi sorpresa. Mi hermano gemelo presintió que algo me había pasado y se acercó a mi casa y escucho mis quejidos.

Unos minutos más tardes un grupo de familiares y vecinos intentaron tumbar una de mis puertas, quien diría que hacer puertas tan resistentes para que me protegieran jugaría en mi contra, mientras podía escuchar a mi hermana mayor gritar mi nombre y pedirme que resistiera que no fuese a morirme.

Las puertas estaban tan bien realizadas que tuvieron que abrir un hueco en la pared y así poder entrar y abrir la puerta porque la llave estaba a la vista sobre una mesa. Por fin llegaron a mí me sacaron en ambulancia de ese lugar mi hermana lloraba mientras me agarraba la mano y yo intentaba decirle que tenía tanto miedo de morir pero de mi boca solo salían sonidos.

Ya camino al hospital continuaba consiente y mi hermana sostenía mi mano. Aunque pude morir en ese momento, sabía que tenía que esperar el permiso de mis hijos para poder irme. Porque ya estaba seguro que mi momento había llegado. Al llegar al hospital perdí el conocimiento y me entubaron, por un lado esto hizo que mis hermanos y sobrinos se sintieran más devastados. Ellos sabían que yo no quería estar en cama vegetal, que no quería estar entubado, justo unos días antes yo les había dicho que no quería ser nunca una carga.

Aunque físicamente ya no podía abrir los ojos, aunque no podía hablar, ni moverme, yo podía verlo todo. Era como si yo estuviese hay en el techo viendo lo que estaba ocurriendo. Es como si le estuviese pasando a alguien más y yo solo era un espectador más.

Pasaron los días y mi cuerpo empeoro cada vez más, familiares iban y venían, unos ya preparados por saber de medicina sabían cómo todo iba a terminar. Un paro respiratorio, ellos le pedían a los médicos que me desconectaran pero eso no lo podían hacer, una vez entubado la persona se queda así hasta que le dé un paro respiratorio y lo reaniman a uno, pero si la familia no quiere que lo reanimen no lo hacen.

Pero otros como mis hijos se negaban a dejarme ir ellos querían que me resucitaran. Pero mis hermanos tenían la decisión final. Pasaron unos días mi cuerpo cada vez se debilitaba más. Cada vez el oxígeno en mi sangre se disminuía, me podía ver y ya no me reconocía aquel hombre ya no era ni la sombra de lo que yo fui. Estaba tan hinchado que parecía un pez globo a punto de explotar.

Lo que más me impacto esa noche fue la cara de terror que puso mi sobrina Elisa cuando entro a la habitación alrededor de media noche y vio como la enfermera extraía los fluidos de mis pulmones para que no me ahogara con ellos. Han transcurridos un par de años y hasta el momento ese es el suceso más horrible que ella ha visto y espero ese continúe siendo lo más horrible que ella vera. Espero que ella jamás vea más nada que le cause tanto dolor y trauma. Una vez que mi familia estuvo de acuerdo en no resucitarme en un momento que me dejaron a solas puede dejar de sentir su dolor sus ataduras y pude desprenderme de ese cuerpo que ya no me servía para continuar.

Al irme de este mundo no me dolió y no vi la luz blanca que dicen que veras al morir, tampoco vi a ninguno de mis seres queridos que fallecieron antes que yo. Simplemente deje el plano material aunque no sea el final más glamoroso, aunque no morí evolucione. Hasta una próxima vida.

Escrito por: Rebeca arcano.