Las nueve razones de EEUU para declarar la guerra a Venezuela

in #spanish6 years ago

Las nueve razones de EEUU para declarar la guerra a Venezuela

Big Stick o “Gran Garrote” es el nombre puesto por el presidente Roosevelt a la incipiente política imperialista de EEUU para América Latina: lo había sacado del dicho africano que reza “habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegarás lejos“. La propia experiencia de Washington en las últimas décadas y en todo el planeta ha mostrado cuán erróneo es este concejo.

Mientras los venezolanólogos nos informan sobre las causas internas de la actual crisis de este país, el interés mostrado por las potencias mundiales (quienes ignoran la gravísima situación humanitaria de Sudán, Yemen o Congo) indica que existen razones complementarias. Que Donald Trump y sus aliados se preocupen por las libertades en Venezuela mientras tienen magníficas relaciones con el reino del terror saudí revela la estafa de sus “valores democráticos”. EEUU y Europa consideran enemigos a aquellos estados que resistan a sus pretensiones colonizadoras. Si la verdad siempre es la primera víctima de todas las guerras, ¿cuál es la de Venezuela?

Las “razones” de EEUU
1-Recursos naturales: Venezuela posee la reserva de oro más grande del mundo, además de diamantes, hierro, cobre, aluminio, la bauxita, coltán, uranio, gas; un patrimonio natural extraordinario y también mucha agua dulce, aunque la joya de su corona es el petróleo: Venezuela es el dueño del 24% de las reservas de la OPEP, unos 301.000 millones de barriles, por encima de Arabia Saudí que posee el 21%. Decía el general nazi Adolf Galland que el principal motivo de la derrota de su país en la Segunda Guerra Mundial fue no tener gasolina para sus aviones: la toma de Stalingrado tenía el objetivo de acceder al petróleo de Azerbaiyán (hoy socio de Israel y la OTAN). Los aliados ganaron, entre otros motivos, porque tenían petróleo. Hoy, EEUU busca esta materia desesperadamente: la producción ha ido disminuyéndose hasta 115.000 barriles por día en las reservas de Texas, Oklahoma o Dakota.
Venezuela ya intentó en 1960 salvar su industria del expolio de las “Siete Hermanas” angloestadounidenses que dominaban el mundo del Oro Negro, fundando la OPEP. Hoy, produce 1.245.000 barriles al día (en 2000 fueron 3,4 millones) de los que 600.000 son enviados a EEUU.

2-La presencia de China y Rusia: El destituido secretario de Estado Rex Tillerson afirmaba en el febrero del 2018 que respaldaría un golpe militar en Venezuela, mostrando su preocupación por los “excesivos lazos económicos de la región con China”, país que es el mayor acreedor de Venezuela, le siguen EEUU y Gran Bretaña. Los bancos chinos han prestado más dinero a los países latinoamericanos que el Banco Mundial. Beijing planea invertir, por ejemplo, 40.000 millones de dólares en la conexión férrea bioceánica Atlántico-Pacífico (al que Brasil de Bolsonaro se ha opuesto). También ha firmado unos 700 acuerdos de cooperación por el valor de 70.000 millones de dólares en materias de petrolera, minera, alta tecnología (para los satélites Venesat-1), entre otras; le ha otorgado 65.000 millones de dólares en concepto de préstamos, a cambio de recibir petróleo. La empresa petro-química estatal china Sinopec planea invertir 14.000 millones de dólares en el gran yacimiento de la Faja Petrolífera del Orinoco, en cooperación con la rusa Rosneft, la italiana Eni y la española Repsol.
Rusia también tiene acuerdos de cooperación militar, cultural (con Rusia Today en castellano al frente) y económica con Venezuela. Con una inversión de 17.000 milllones de dólares desde 1999, ha negociado con Caracas un préstamo de 6.000 millones de, para empezar a pagarlo a partir del 2023, a la vez que ha condonado 2.000 millones de dólares de la deuda de Venezuela a cambio de fortalecer la presencia de Rosneft en el mercado del país, aunque, maniobras como la de los bombarderos rusos ‘cisnes blancos’ en diciembre del 2018 en el mar Caribe con Venezuela no estaba en la línea de los intereses de los trabajadores venezolanos.

El golpe de estado contra la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, el encarcelamiento de Lula y la toma del poder por el ultraderechista Bolsonaro -que no oculta su cruzada contra la izquierda -, sin duda tiene mucho que ver con que Brasil fuese una de las letras de BRICS, la alianza geoeconómica de las cinco economías emergentes más importantes del mundo dirigidas por China y Rusia, n favor de la cooperación Sur-Sur.

Tanto Beijing como Moscú eran conscientes de la crisis política del país cuando firmaron los acuerdos a largo plazo con Venezuela: su relación es estratégica. Rosneft, que produce el 8% del petróleo de este país, en 2017 firmó con Caracas un acuerdo explotación del gas de Trinidad para 30 años.

3-Fracasos en Oriente Próximo y el regreso a América: a pesar de las devastadoras agresiones militares de EEUU y sus aliados, destruir la vida de cerca de 100 millones de personas en Oriente Próximo, -otra región empapada de petróleo-, y hundir las economías de los invasores, Washington no ha podido controlar Irak, Afganistán, Yemen, Libia, Sudan o Siria debido a la presencia contundente de otros actores como mundiales y regionales en los mismos escenarios. Recuperar América Latina es la misión de la Doctrina Monroe: América para EEUU, aplastando las fuerzas de izquierda y progresista que tomaron el poder en Ecuador, Venezuela, Argentina, Bolivia, Nicaragua, Brasil y Méjico, vía operaciones encubiertas, sanciones económicas y amenazas militares. Incluso la “elección” de un Papa latinoamericano para el Vaticano (teniendo en cuenta que América Latina concentra el 40% de los católicos del mundo) debe ser interpretada en el mismo sentido del uso de la religión en Oriente Próximo y Europa del Este por EEUU: Durante la Guerra Fría elevaron al puesto del Papa al cardenal polaco y el férreo anticomunista Karol Wojtyła en el Vaticano para respaldar a Lech Wałęsa y su sindicato derechista-católica en Polonia, y de paso perseguir la Teología Cristiana de Liberación: el asesinato de decenas de monjas y clérigos mientras la extrema derecha religiosa lanzaba operaciones como el “Plan Banzer” formaban parte de aquel plan.

4-Acabar con el proyecto de integración económica del MERCOSUR.

5-Desmantelar el Petrocaribe, la iniciativa de Venezuela lanzada en 2005 para suministrar 100.000 barriles de petróleo diarios a los países de la región en condiciones de pago preferencial. La singularidad de la política petrolífera de Trump es que además de querer hacerse con las reservas de otras naciones pretende dominar el mercado de energía.

6-Debilitar el Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA, alternativa al tratado de libre comercio de ALCA promovido por EEUU.

7-Evitar más golpes al petrodólar: Venezuela ya comercializa su petróleo en yuan, rublo, euro y también la rupia de la India. La desdolarización del comercio mundial debilita la hegemonía financiera de EEUU.

8-La necesidad de Trump de tener “su guerra”: todos los presidentes de EEUU deben tener al menos una, y Donald ha pensado que los riesgos de invadir Venezuela son menores que a Corea del Norte, Irán o Siria. Hoy, por primera vez Trump no está solo: El Partido Demócrata, Europa y gran parte de los regímenes de Sudamérica están con él. Trump no ha entrado en la historia por “su muro”, ¿lo hará por Venezuela?

9-La presión del lobby proisraelí en América Latina contra la presencia de Irán. La CIA advertía de la “penetración de Irán en Latinoamérica” como si hubiese allanado su propiedad privada. La extraña relación entre la teocracia islamista de Irán y la república de Venezuela está basada en el pragmatismo, al menos por parte de Teherán. De hecho, cuando Obama firmó el acuerdo nuclear con Irán dicha relación se disminuyó en favor de Europa, Chinas, Rusia ( y Caracas descubrió a Teyyeb Erdogan de Turquía). Con la reimposición de los castigos a Irán desde en 2018, un sector de la república Islámica vuelve a mirar al país bolivariano, e incluso anuncia el envío de barcos de guerra en las aguas del “país hermano” (que tampoco ayuda al pueblo venezolano). La CIA -y también la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela- acusan a Nicolas Maduro enviar el uranio a Irán, acoger a los miembros del “grupo terrorista” el Hizbolá libanés y a la “Fuerza Quds” para entrenar a las guerrillas de la región: de este modo podrán vincular al presidente de Venezuela con el “terrorismo internacional”, enviándole al Guantánamo, como sueña Bolton.

Rennyer.

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