RE: Cervantes Ciencia // Marcando el comienzo Vol.5 2/2
Es interesante el debate. Mi propuesta sería pensar en que la diferenciación entre ciencias naturales y ciencias humanas está en última instancia determinada por el grado de complejidad con el que la ciencia de que se trate define (o se ve obligada a definir) al ser humano en cada caso. Así, por ejemplo, a la matemática le alcanza con definir al ser humano como un número (aritmética) o como una figura geométrica (geometría), a la física como un objeto físico o como energía según el caso, a la química como un compuesto de diferentes sustancias. Y todas estas definiciones del ser humano no parecen verse alteradas mayormente por los avances en conocimiento que estas ciencias llamadas naturales vayan teniendo. En cambio, las llamadas ciencias humanas o sociales a medida que van avanzando o profundizando en la inspección de su objeto de estudio se van viendo obligadas a elaborar definiciones más complejas del ser humano. Es que justamente el mayor conocimiento que van logrando en su materia va acompañado de una concepción más compleja del ser humano. Dicho esto, llamar impuras a las ciencias sociales no me parece apropiado. Para el caso, podría alguien querer calificar a las ciencias naturales de inhumanas. Son calificaciones negativas y por tanto no suman a la definición del sustantivo, yo elegiría calificaciones afirmativas.
Me encantó tu comentario @reyvaj. Ciertamente no es justo llamar a las ciencias humanas impuras, y a pesar de que muchos positivistas han subestimado estas disciplinas, paradójicamente son mucho más complejas que las ciencias naturales, como tú lo expones. Sin embargo, me gustó hacer referencia al término Impuras para generar el debate, es un poco de mostrar reacción irónica al hecho de que se les considere como pasatiempos y no como estudios valiosos para el saber científico.