Los hechos aquí narrados, forman parte de mi memoria, no puedo ni podre olvidarlos jamás… aunque eso quisiera; No volví a sentir alivio, ni seguridad sobre lo que es real y lo que es ficticio, por este motivo narrare esta historia en tercera persona, para sentir que no formo parte de ella, aunque inevitablemente si formo, no solo formo parte, sino que soy la historia viva.

“En La Niebla”

Fue el 14 de enero de 1999, un día como cualquiera, que un hecho, una situación que podría parecer normal a los ojos del mas observador, pero que en realidad resulto ser una experiencia desgarradora, sórdida y perturbadora, ocurrió.

Ese día, 14 de enero, amanecía el sol nublado, aun cuando no era invierno en el país, pero como el clima es tropical, muchas veces es impredecible y llueve sin más, sin razón, sin avisar.

Aquel día, un niño, casi adolescente, hijo único, de padre y madre amorosos, y nieto de la mas dulce abuela que un niño pudiera tener, soñaba entre sus sabanas, dormía plácidamente en los dominios de Morfeo, aunque no todo placidez, el niño oía susurros en sus sueños y en el exterior, como cuando se sueña escuchar un ave y parece que es tus sueños, pero en realidad resulta que esa ave no está en tus sueños sino que esta parada en tu ventana.

Mas no eran aves lo que el niño oía, eran sonidos oscuros, distantes, dispersos como de llanto y plegarias, plegarias estas que no entendía bien que decían; pasadas las 6am, el niño empieza a escuchar el llamado de su madre

-“levante Ricky es hora de ir al colegio”.

Pero Ricky realmente tenía mucho sueño, se sentía pesado, como atado la cama, entre dormido y despierto, escuchaba esas voces, entremezcladas con el llamado de su madre que era cada vez más fuerte, y una voz lejana y susurrante que aunque lejos, empezó a entender lo que decía:

-“cuida tu alma este día, cuida tu alma este día” es lo que aquel susurro decía

Fue entonces cuando su madre grito:

-“despierta ya o llegaras tarde al colegio”. Grito la madre.

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Aun con sueño el niño se levanta, como de costumbre y se prepara para ir al colegio; una vez que estuvo listo salió a la concina para desayunar, allí estaban mama preparando el almuerzo y en el comedor papa, tomando su café y leyendo la sección de política del periódico como hacia todas las mañanas; hasta aquí todo normal, excepto por el hecho de que no estaba allí su abuela, que cada día lo recibía en la cocina con abrazos y mimos, cosa que ya no le hacía mucha gracia a Ricky porque ya era un hombrecito, aun así el amaba a su abuela, entonces pregunto:

-“¿donde está la abuela mama?”

a lo que su madre respondió

- “tu abuela se siente un poco enferma y sigue acostada, pero no te preocupes hijo, ella se pondrá bien.

Entonces Ricky, termino su desayuno rápidamente para no llegar tarde al colegio, aun cuando vivía a solo dos calles, se

despidió de mama y papa, y le dijo papa:

-“hey campeón, esta lloviznando, lleva la sombrilla”

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Así lo hizo y salió rumbo al colegio y una espesa niebla se cernía por el camino; mientras caminaba pensaba, que raro ese sueño que había tenido y las voces que escuchaba, ciertamente todos tenemos sueños extraño alguna vez, pero hay sueños, que nos tocan más profundo, que se arraigan, que no olvidamos aunque pasen los años, sueños que no olvidamos justo cuando despertamos como casi siempre ocurre; Ricky aparto esos pensamientos de su mente y siguió hasta llegar al colegio, una vez allí, noto que había olvidado su libro de ciencias en casa, No era común que esto le ocurriera a Ricky, era un niño cuidadoso y dedicado, pero ese día quizá por ese mal sueño se sentía perturbado y salió aprisa para no llegar tarde al colegio, aun cuando vivía a dos calles.

Como era importante tener su libro de ciencias porque sería evaluado ese día, su profesor le dijo que no podría ser evaluado sin su libro, y Ricky que era buen estudiante no quería que esto ocurriera y decidió volver a casa a buscar el libro, corrió para ir volver pronto y cerca de llegar a casa, la llovizna que caía comenzó a hacerse más fuerte, fuertes ráfagas de viento azotaban los arboles, aunque esto era fabuloso para Ricky, pues el adoraba la lluvia y los días nublados, hasta ese día… solamente hasta ese día.

Finalmente Llego a casa y entrando en el pórtico empezó a llover aun más fuerte, una fuerte tormenta se poso sobre la ciudad, y como era costumbre, cuando llovía así de fuerte, la electricidad fallaba; Ricky entro, puso a un lado su paraguas y noto un silencio estremecedor, aunque él no temía a la lluvia, al silencio o a la oscuridad, hasta ese día. . .

Noto él , que Papa y mama ya habían salido a sus trabajos pues el auto de la familia no estaba en el garaje, Al pasar por la cocina vio una hornilla de la cocina encendida, un café a medio tomar aun tibio y un trozo de pan a medio comer, y pensó, “seguramente fue la abuela que olvido esta hornilla encendida” - de camino a su cuarto paso por el cuarto de su abuela, el no pensaba en llamarla porque su mama le dijo que ella estaba quebrantada y que debía descansar, pero vio la puerta y la ventana del cuarto de su abuela abiertas, por la ventana entraba libremente la lluvia y un frio infernal poco común en esa época del año, entonces este entro y cerro la ventana solo para darse cuenta de que su abuela no estaba en su habitación, empezó a llamarla “abuela” por toda la casa que se encontraba a oscuras, esta nunca respondió, ni apareció, aunque si escucho pasos provenientes de la cocina, o al menos eso el creyó, aunque pudo ser solo el viento golpeando los muebles.

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Extrañado y pensando que la abuela salió con sus padres, el niño tomo su libro de ciencias y se dispuso a salir de la
casa, aunque aun llovía fuerte, para el esto incluso agradable, hasta ese día. . .
Ya en el pórtico de la casa y mientras ponía llave a la puerta oyó un ruido ensordecedor y agudo, como de un puerco, seguido de una voz espantosa y demoníaca que decía :

-“en la niebla nada había y me lleve a quien no debía”

Le sucedió un golpe seco y un silencio total, un escalofrió intenso recorrió el cuerpo de Ricky; tembloroso, empezó a llamar a su abuela desde afuera de la casa, sin obtener respuesta alguna, sin poder creer lo que había escuchado, Ricky intenta abrir la puerta y cuando apenas giraba la perilla, soplo el viento fuertemente y abrió la puerta por completo, oscuridad era todo lo que veía hacia el interior de la casa, por un instante reino el silencio, pero instantes después se escucho de nuevo aquel ruido de cerdo herido y la horrible voz que decía:

-“en la niebla nada había y me lleve a quien no debía”

Ricky corrió despavorido entre la lluvia, y oyó la puerta cerrarse tras él, cayendo en el suelo su libro de ciencias, corrió tan rápido como pudo y llego empapado y temblando a la escuela, al entrar, su madre lo esperaba, ella estaba consternada lo abrazo y le pregunto:

- ¿qué te paso dónde estabas hijo?

Y Ricky rompió en llanto y solo pregunto a su madre:

-¿donde está la abuela?

Y ella le contesta:

-Cuando saliste de casa, la abuela sufrió un colapso nervioso, empezó a gritar y a decir incoherencias, luego se desmayo, tu padre y yo la llevamos de emergencia al hospital, pero la niebla estaba muy espesa y no pudimos llegar pronto, tu abuela sufrió un infarto y falleció.

En ese momento rompió en llanto la madre, ambos se abrazaron y lloraron.

Ricky no conto a su madre sobre lo que presencio en la casa ese día, para no hacerla sentir peor por la pérdida de la abuela.
Durante el funeral Ricky pregunta a su madre:

-Mama ¿qué cosas decía la abuela antes de morir?

Y la madre le dijo:

-No quiero recordar eso ahora hijo

Y Ricky le dice:

- por favor mama, quiero saber

La madre baja la cabeza, y con la mirada perdida en el suelo le dijo:

- “ella dijo muchas cosas que no podía entender, solo al final entendí lo que decía, ella, nombro varias veces tu nombre y dijo que era por ti que venía, Y en la niebla nada había”

Fue entonces que Ricky, embargado por una sensación extraña que lo paralizaba y liberaba al mismo tiempo, empezó a entender que la luz y la oscuridad están estrechamente ligadas, que hay fuerzas que no están hechas para ser comprendidas, solo están ahí para combatirlas sin mas y entendió también que su abuela quizá lo protegió de estas fuerzas y que su vida fue el pago.

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Bien Si llegaste hasta este punto, te estoy infinitamente agradecido, no hay nada mas gratificante que saber que alguien se tomo el tiempo de leer tu trabajo, comenta.

@RickyAaron