Pues por pura cosa de suerte el destino nos unió una vez más, y esta vez no permitiría que el miedo y la timidez ganaran. Así fue como me arme de valor y le pedí su número, para vernos y cuadrar unas clases de salsa casino jajaja, fue justo en ese momento que comencé a conocerla y a enamorarme de ella.

El tiempo pasa, nos vemos de vez en cuando, y cada vez la encuentro más bella, ¡dicen que el amor es ciego! ¡Que uno no ve los defectos de aquella persona! Pues en mi caso, es cierto, para mí, ella es perfecta.  

Ahora que recuerdo con todo lo que ha pasado siento que no es perfecta, pero igual me sigue atrayendo, pero como duele cuando ese amor no es reciproco, quizás no se daba cuenta de lo que hacía, pero me moría, por verla sonreír, por escucharla cantar sola, por mirar esos bellos ojos, tan grandes como su corazón, por escuchar todas sus historias, sus anhelos, sus sueños, siempre la tenía presente en todas mis mañanas, no paraba de pensar en ella. 

Puedo decir que le encanta el helado, el frió, estar de buena compañía, los girasoles…  

Pensándolo bien ella es como un girasol.

Un día me contó que significa para ella un girasol, y sin quererlo se describió así misma. Felicidad, un nuevo amanecer, carisma, amor; esas fueron las palabras que uso para describir a un girasol, sonrió de pensar que si me piden describirla a ella utilizaría las mismas palabras, con ella no hay día tristes simplemente con verla ya uno se da cuenta de la inmensa felicidad que hay en su ser, como me gustaría amanecer con ella a mi lado, con esa hermosa sonrisa, más bella que cualquier curva de otra mujer, su carisma y su humildad no tienen precio, en su corazón cabe todo el planeta, pero al parecer no hay lugar para mi allí, si bien es cierto que me quiere, su idea de mi como algo más que amigos no está concebida en su corazón, simplemente el amor no es perfecto, y se equivoca; y en mí se equivocó, la soledad no es algo malo, pero cuando te das cuenta y quieres salir de ella, ya el abismo es muy profundo para escalarlo solo.