Desde nuestra posición, seguimos reflexionando y nos damos cuenta de nuestra insignificante existencia. Estamos orbitando un desconocido planeta, que a priori, parece de lo más amigable posible, con sus vivos colores azules y verdes, sus ríos y océanos, y la más que segura fauna que albergará.

Pero eso no es suficiente para nosotros, no solo por ello podemos garantizar nuestra supervivencia. La vida se abre camino allá por donde va, pero nosotros venimos de un lejano planeta que seguramente albergará unas condiciones ambientales diferentes, por lo que si nos exponemos a las del planeta Eureka, corremos el riesgo de morir y concluir el exterminio de nuestra civilización.

Debemos ser precavidos, debemos ir paso a paso…

Fuente

“Se va a producir el lanzamiento de los drones de exploración en 3…2…1…”, “!Drones liberados!

Por ahora nos limitaremos a ser simples observadores de esa maravilla que es la naturaleza, estamos ante un planeta con vida propia. Para él somos vulgares y simples formas de vida que sólo pueden suponer una amenaza. Estamos cargados de virus, de contaminantes del exterior, bacterias, pero lo peor y más alarmante, estamos cargados de ansias de conquista.

Comenzamos a recibir datos, acerca de su atmósfera y climatología. Ahora es el turno de Madre, ha llegado el momento de la verdad.

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