UN DESIERTO CONTRA UN OASIS .
Las dos aspirantes a asistente de la Presidencia de aquella poderosa Empresa esperaban, estaban frente a frente y cada una detallaba a su rival. Una más nerviosa que la otra; claro y tenía que estarlo ya que su rival sentada en el sofá de enfrente parecía la perfección hecha mujer, era un portento de hembra, bellísima y vestida con una minifalda que dejaba ver sus inigualables piernas, curvas de ensueño y medidas de Miss Universo. Catalina, en cambio, era una chica común y corriente, si no bella tampoco fea pero comparada con la rubia de enfrente lucía como un desierto frente a un oasis pero con una carpeta llena de títulos profesionales y dispuesta a salir bien de la entrevista.
Miss Universo; perdón; Cleopatra, la veía de arriba abajo y le sonreía, pero con una risa burlona como queriéndole decir a Catalina: Ya perdistes Querida. Catalina no le veía a Cleopatra nada en las manos pero ya sabía que aquel cuerpazo era su carta de presentación.
Se para una Limusina y ambas sabían que había llegado el Presidente de la Empresa y seguramente futuro Jefe de una de las dos. Cuando el hombre se aproxima a su lujosa oficina , ve afuera a dos chicas esperando pero sus ojos solo se dirigieron a Cleopatra, practicamente se la comía con los ojos y simplemente a Catalina ni se dignó a mirarla.
Catalina casi estuvo a punto de irse pues aquel hombre al parecer iba a ser presa fácil de su hermosa rival quien fué la primera en pasar. Cuando Cleopatra salió con una sonrisa de oreja a oreja y con aire de triunfadora se dirigió a ella:
Oye tú, me dijeron que te avisara que es tu turno.
Gracias.
Adelante Señorita Catalina y tome asiento.
Mire Señor, para que perder su valioso tiempo conmigo, es evidente que ya Ud selecciónó a su asistente.
Mire, Señorita, yo no le voy a mentir, me gusta mucho admirar la belleza pero falta Ud; a ver, muéstreme su hoja de vida: estudios y experiencia profesional.
Si notaba Catalina que el alto ejecutivo estaba impresionado con los documentos de ella: estudios en las más renombradas Universidades, excelentes notas y alta experiencia profesional a pesar de ser tan joven.
Sale Catalina y de nuevo se sienta frente a aquel monumento de mujer que se lijaba sus grandes uñas con total despreocupación, con cara de dueña del mundo y con aire de triunfadora.
Sale de la Oficina el alto Gerente y les informa:
- Se les avisará por teléfono la importante decisión pero de nuevo con una mirada de lobo hambriento a Cleopatra.
Cuando Catalina llega a su casa se derrumba en brazos de su madre a llorar quizás ya vencida por tanta presión y totalmente desalentada ya que sabía que aquella presuntuosa y voluptuosa rival le había ganado la entrevista.
Su mamá le dice:
Hija querida, no se me derrumbe, solo mi Diosito Santo y yo sabemos lo preparada que es Ud, lo mucho que ha peleado con la vida para vencer todas las adversidades, lo estudiosa y lo buena hija que es Ud y de seguro ese Señor vio lo talentosa y lo inteligente que es Ud.
Pues no mamá, ese señor como tú dices solo tenía ojos para la minifalda y tremendo escote de una chica que también aspira el puesto.
No desespere Catalina, que para algo en la vida deben servir todos esos estudios que Ud ha hecho.
Bueno madrecita, voy a acostarme, en la entrevista dí lo mejor de mí pero no alimento muchas esperanzas pues luché hoy contra un oasis.
Buenas Noches mi niña y duerme tranquila que lo que es del cura va para la iglesia.
A la mañana siguiente a primera hora suena el celular de Catalina y cuando atiende se sorprende que es el mismo presidente de la Empresa :
- Señorita, FELICITACIONES, el puesto es suyo.
Catalina llorando de emoción corre hasta su madre que ya le tenía un rico cafecito y se confunden en un gran abrazo de felicidad y lo primero que hicieron fue darle gracias a Dios por tan hermoso regalo.