RE: Flashbacks del underground (6)
Los Stones tuvieron un gran interés por lo mágico, pero me parece que más tirando hacia la magia negra, no consentían que nada ni nadie se interpusiera en su negocio. El verano del amor fue 1967, y sólo dos años después, en Altamont, pudo verse que el sistema había ganado la guerra, la contracultura estaba vencida. Ayer escuchaba en podcast un programa de radio en el que hacían una entrevista a Jaime Gonzalo, autor de la trilogía "Poder Freak. Crónica de la contracultura", y no sé el porqué de que aún no se quiera reconocer la importancia política de que toda esa gente se atreviera a decir no de una forma pacífica, autónoma pero con visión de grupo. No eran sólo chicos escapados de sus casas, había filósofos, economistas, psiquiatras, periodistas, escritores, que eran los que difundían las bases teóricas del movimiento. Nada de lo que ahora pensamos que son reivindicaciones modernas existiría, o estaría en pañales, sin ellos.
Eso de que los moteros eran incompatibles con los hippies es otra visión interesada en crear fronteras entre la gente. Ken Kesey, el autor de "Alguien voló sobre el nido del cuco", acostumbraba a hacer fiestas lisérgicas en su casa, y los Ángeles del infierno siempre estaban ahí, Sonny Barger, el jefazo de los moteros de Oakland y él, eran amigos. Claro que eran un tanto especiales, prácticamente todos ellos delincuentes que no veían otra forma de sobrevivir que siendo más violentos que sus adversarios, por eso fueron para Jagger el cuerpo de seguridad ideal. Pero a un bestiajo no le pidas que piense, así que no dudaron en matar al chaval que, aparentemente, sacó una pistola contra Richards. Y fuera como fuese la realidad, ahí se acabó la historia, lo siguiente fue encontrar ropa hippie en El Corte Inglés.