¡Saludos una vez más a todos los grandes soñadores, aspirantes a ser felices en la vida!, saludos a todos amigos de esta gran comunidad, sé muy bien que lo prometido es deuda y así como lo mencioné en mi último post Atravesando la Ruta 68, camino a La Garganta del Diablo y el Anfiteatro PARTE 1 se me hacía inevitable no volver a contarles un poco más de mi grata experiencia por estos lados áridos de la hermosa Argentina, por esto el día de hoy me complace continuarles hablando sobre aquella curiosa, colorida y majestuosa ruta 68 atravesando desde la linda capital Salteña de camino a Cafayate.

Aproximadamente 180 kilómetros adornados de maravillosas formaciones geológicas naturales en las cuales es inevitable realizar más de una parada para observar una vez más las maravillas de la naturaleza y tomar cientos de fotografías, sus coloraciones rojizas son la clave para llamar la atención de miles de turistas cada año, esto en conjunto de las curiosas formaciones, protagonistas de diferentes mitos que van desde las comunidades indígenas que habitaron en alguna época dichas tierras hasta extraordinarios y supuestos avistamientos de seres sobrenaturales, (si, hablan de avistamientos ovnis en estas zonas), realmente hacen el recorrido encantador.
Cada formación geológica se encuentra a pocos kilómetros de otra y en algunas áreas se observan hasta quebradas, de aguas provenientes de los ríos de los Andes. En aquella maravillosa oportunidad además de La Garganta del Diablo y el Anfiteatro , mi recorrido estuvo provisto de visitas en distintas paradas que no dejaban de quitarme el aliento, mi meta en esta ocasión nuevamente es tratar de causar aquella sensación en ustedes, a través de cada fotografía de mi pequeña galería y así motivarlos una vez más a no quedarse en casa, a salir a recorrer el mundo, el maravilloso mundo que nos rodea.