Que la Lectura Jamás Vuelva a Ser Aburrida

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Tenemos un problema.

A muchas personas les aburre la lectura.

Y les fastidia mucho.

Te voy a compartir unos trucos que podrán ayudar a los que todavía no tienen pasión por la lectura.

Primero, asegúrate de sentir una conexión natural con le libro que vas a leer. Selecciónalo tan bien como cuando lo haces con las personas.

Sería harto de aburrido conversar con alguien con quien no sientes química, pasan los minutos, las horas, y no tienen nada de qué hablar. Esos son momentos que nadie quiere tener.

Pero en cambio, nos encontramos con amistades que su conversación es fluida, es espontánea, las horas pasan volando, y nos sentimos tan a gusto que queremos volver a disfrr4utar de su compañía.

Pues entonces, haz lo mismo con los libros.

Asegúrate de que el próximo libro que vas a leer, tenga química contigo.

Siente que su título te atrae, que lo que dice en su contraportada te seduce. Hojea su introducción, lee su índice, escudriña al azar varias hojas del libro, y así podrás averiguar si lo que tienes en tus manos podrá ser la lectura que te va a animar a continuar leyendo.

Otro punto, es que no necesariamente tienes que leer todo el libro. Puedes ser selctivo, puedes elegir qué capítulos vas a leer.

Guíate por tu instinto, y lo que promete los subtítulos del índice.

Si te encuentras con un capítulo o párrafos de relleno, ignóralos, no te impongas a leer páginas y páginas tediosas, que no te aportan nada de lo que estás buscando.

Y si un libro, aun cuando vayas por la mitad, te das cuenta que ya cumplió con darte el mensaje que querías, ciérralo y búscate otro.

Estoy seguro que estos trucos vana a despertar la pasión por la lectura que tienen dormida algunas personas.

Empieza con libros que te entretengas al mismo tiempo que te prometen brindarte la información que buscas.

La lectura es maravillosa, es un mundo que existe porque los autores, que tienen los resultados que deseamos, comparten sus experiencias vividas, y eso es una puerta que debes dejar abierat.

Sólo así podrás pararte sobre los hombros de gigantes.

Eso lo dijo Isaac Newton.

De seguro tenía razón, ¿No te parece?

Thomas Flores.