¡UNA NAVIDAD QUE HIERVE!

“Elegante, recorro la nieve,
en un trineo de un solo caballo,
Vamos a otro lugar riendo todo el camino.
Las campanas de los cascabeles,
Hacen brillar el espíritu,
Qué divertido es pasear y cantar una canción divertida esta noche.”– Jingle Bells source

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Hmmm ¿qué significa la navidad?... Significa tomar una gran taza de chocolate caliente con malvaviscos sentados frente al fuego llameante de la chimenea. Pequeños copos de nieve acumulándose en los techos de las casas y las veredas, haciendo difícil caminar por los barrios. Luces de colores, blancas, rojas, verdes adornando las moradas de los habitantes, quienes decoraron sus jardines con entusiasmo meses antes del 25 de diciembre.

¡Qué hermoso sería poder vivir esto! De esto se componen nuestros sueños, más cuando somos chicos. De escribirle cartas a Santa Claus con una gran lista de regalos, esperando que nos considere buenos y no nos deje carbón; de armar un gran árbol (de verdad, no uno de plástico) y llenarlo de decoraciones, muchas de ellas hechas por nosotros. Hornear galletitas de jengibre y comer los bastones de caramelo, que por alguna razón siempre pensamos que son dulces, pero al probarnos nos llevamos la sorpresa de que son de menta. Esta y las demás cosas son algunas de las costumbres que no se llevan a cabo en todo el mundo, como por ejemplo, los países que pasan la navidad viviendo un infierno de 40 grados centígrados, en los que casi se puede cocinar un huevo en el asfalto.

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Nuestras navidades son también dentro de las casas, pero no por el increíble frío y la blanca nieve, sino por ese calor infernal que no se puede ni aguantar. ¡Los aires acondicionados son nuestra mejor herramienta para pasar unas buenas fiestas! Ni hablemos de prender el horno para hacer galletas, mejor un buen trago con muchísimo hielo al lado de una piscina. Con suerte armamos el árbol de navidad, chorreando sudor mientras tratamos de buscar ESE arbolito de plástico que utilizamos cada navidad, ¡porque no existe eso de comprar uno de verdad!
Pero estas cosas no se las pueden imaginar, ya que uno al pensar en la navidad, piensa en palabras como blanca, fría, dulce. Aún así, uno no ha vivido sin pasar una buena fiesta al lado del rio con todos tus amigos, las conservadoras llenas de bebidas frías para disfrutar de una noche que puede durar hasta las 6 de la mañana, o aún más.

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¡Felices fiestas a todos los que la pasan bajo un ventilador, con los aires prendidos y los abanicos de las abuelas presentes en la mesa!