Sombras

in #spanish7 years ago

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Rebuscando en los recuerdos

Hola comunidad Steemit, desempolvando otro poco mis cosas viejas encontré esto, advierto que mi intención en ese momento era crear un poco de terror, y espero haberlo logrado. sin más nada que acotar aquí les dejo esta pequeña historia.

Sombras

Rodrigo, era un joven que vivía solo como residente en la concurrida isla de Manhattan por motivos de estudios universitarios, era alto, de piel clara y de rasgos que parecieran haber sido esculpido por ángeles. Cualquier chica se volvería loca de amor por él.

A simple vista Rodrigo parecía un chico como cualquiera de su edad. Pero en su mente ocultaba descabellados pensamientos que eran producto de su atracción hacia las niñas pequeñas.

Esta atracción comenzó hace 2 años. Cuando Rodrigo tenía 17 y era su primer año como universitario; un día después de clases se reunió con varios compañeros en su departamento y uno de ellos le pidió a Rodrigo que le prestara su ordenador para revisar sus e-mails.

Mayor fue la sorpresa de los chicos, cuando abrieron un vídeo donde mostraban como violaban a una pequeña de 8 años. Después de ver el vídeo todos empezaron a gritar obscenidades de la rabia producida al ver tal escena y a maldecir a los bárbaros que la recrearon, todos excepto Rodrigo...

Su cara reflejaba shock, pero la verdad es que ni Rodrigo mismo sabía lo que sentía en ese momento, lo único que tenía en la mente eran las imágenes de esa pequeña niña, la cual reflejaba horror y sufrimiento en su mirada mientras su pequeño cuerpecito era profanado y abusado; imágenes que le causaron a Rodrigo el mayor placer que haya sentido jamás.

Después de eso, Rodrigo seguía viendo en secreto videos de niñas violadas y no podía evitar masturbarse mientras los veía, y es que le producían tanta excitación que no podía controlarlo. Sus videos favoritos eran los de niñas de entre 8 y 10 años, ya que decía que no eran ni muy jóvenes, ni muy grandes. Pero ya solo ver vídeos estaba siendo insuficiente para Rodrigo, él quería mas...

Un día, mientras caminaba del instituto a su departamento Rodrigo paso por una primaria que quedaba en el vecindario, y le llamo la atención una pequeña niña de cabellos castaño que lucía muy lindo en las 2 coletas que traía y hacían juego con su floreado vestido rosa y sus medias blancas. -Es perfecta- pensó Rodrigo, así que por varias semanas después de ese día empezó a investigarla.

Descubrió que se llamaba Rosi o al menos así era llamada por sus amiguitos, los cuales junto con ella se iban a jugar a una calle cercana todos los viernes después de clases y justo al final de la tarde, cuando aún estaba entre claro y oscuro cada niño tomaba un camino diferente rumbo a su casa.

Un viernes justo a mediados de otoño, Rodrigo decidió que era el momento para por fin tener a Rosi y realizar todas esas fantasías que por mucho tiempo estuvieron en su cabeza sin poder ser satisfechas; asi que espero alerta cerca de la calle donde la pequeña niña aun jugaba a saltar la cuerda, hasta que se hiciera la hora de que todos se marcharan.

Cuando llega la hora de irse y cada niño toma caminos diferentes, Rodrigo se asegura de que nadie se dé cuenta y empieza a seguir a la pequeña Rosi. La estuvo siguiendo por varios minutos, y estaba tan concentrado pensando que hacer cuando por fin pudiera tener a la pequeña niña en sus brazos que no se dio cuenta que se encontraba justo al final de un callejón sin salida, donde lo único que se puede ver claramente es la pared del fondo gracias a una pequeña bombilla.

Rodrigo busca una explicación a todo esto, estaba muy seguro de que iba tras la pequeña Rosi, pero al menos que pueda traspasar paredes, parece que la perdió por estar sumergido en sus fantasías. Entonces la escucha, la voz de una pequeña niña que se siente a sus espaldas.

-te estaba esperando- Dice la voz dulce.

Rodrigo se gira quedando de espaldas contra la pared del callejón y entonces de entre la oscuridad la distingue, está ahí, la pequeña niña de cabello castaño que tanto desea tener.

-Te estaba esperando- repite la niña mientras se acerca un poco más a la claridad y deja ver como poco a poco se levanta el vestido -¿acaso, has venido por esto?-.

Rodrigo esta sin palabras, la imagen le parece tan perfecta que por un momento siente que no es real, pero su primer impulso es correr hasta la pequeña niña, aquella niña que tanto desea desde hace mucho tiempo. -es un sueño- se dice a si mismo mientras va por ella, pero justo cuando está a unos pocos centímetros algo lo detiene.

Rodrigo siente como si una fuerza sobre natural lo tuviera prisionero de brazos y pies y tarda unos segundos en darse cuenta que está a medio metro sobre el suelo y siendo mirado por la pequeña niña que tanto desea; el terror empieza a poseer el cuerpo suspendido de Rodrigo y lo único que puede hacer es ver como la pequeña niña que no ha vuelto a decir palabra, empieza a elevar sus manitas y a hacer varios movimientos que parecen tener cierta sincronía.

Por cada movimiento que hace la niña con sus pequeñas manos el cuerpo de Rodrigo es doblado, estirado, torcido y quebrado, provocándole tanto dolor que Rodrigo ya siente como se le desgarra la garganta de los gritos que produce por su agonía. Una pausa, la niña parece haberse divertido lo suficiente y baja sus manos, haciendo que lo que fuera que lo tuviera suspendido los someta contra el suelo causando un estrépito sonido.

Rodrigo se arrastra por el suelo dejando pequeños charcos de sangre atrás, creyendo que tiene posibilidad alguna de escapar pero justo entonces las ve, las sombras de unos largos brazos que se estiran para volver a tomarlo prisionero, esta vez por su garganta y elevándolo sobre el suelo nuevamente, mientras la niña aun permanece de pie y varias sombras de brazos salen de detrás de ella para asegurarse de que Rodrigo no pueda escapar.

Rodrigo siente que le falta el aire y la única frase que logra decir es -déjame ir, por favor- pero después de eso siente que ya su oxigeno acabo y es sometido nuevamente contra el suelo. Moribundo, sin poder sentir su cuerpo y con la vista un poco nublada Rodrigo puede distinguir a la pequeña Rosi inclinarse y mojar sus dedos en un charco de sangre; esta prueba la sangre y luego se dirige a la pared del callejón donde junto a otras marcas, traza una línea con la sangre restante de sus dedos.

Rodrigo vuelve a sentir la presión de las sombras que lo sujetan contra el suelo y obstruyen su visión, luego brazos y piernas son arrancados de su cuerpo y su corazón deja de latir, no sin antes haber escuchado por ultima vez la dulce voz de Rosi decir:

-Felicidades, eres mi víctima número 100.

FIN

2012

Nota a los lectores: Espero lees gustara, aclaro que es una copia exacta del manuscrito original. estoy abierta a cualquier cítica.

Los leo pronto.- chao ^^