Allí, en  una  tranquila  laguna,  justo al lado  del agua.

Estoy en tu espacio sin fin.
Que la Tierra es para nosotros, Madre y Madre Hogar.
Y si decides irte,
Que los que atormentan nuestras almas vean.

De las contradicciones incluso mi cuerpo no es esa alma.
El tiempo te robará.
Y en un calabozo nublado no se detienen.
Por encima de mí, nubes negras colgadas al azar.

La sociedad se ha hundido durante mucho tiempo en sus propios patrones,
Bien en el vacío.
Mientras estaba de pie con añoranza junto al mar.
Es una pena que Nietzsche no estuviera aquí conmigo.

Que por el destino de alguien.
Cuantas veces he dado oportunidades
Y en el desierto y donde está el diluvio.
Y no caigas ante la tormenta imperiosa.

En la niebla helada resplandeciente,
Es difícil, y con una elección no te apresuras,
Toda la noche en un parque frío.
Toda mi vida suerte uno.

Para cerrar en la habitación de la cerradura.
En la naturaleza caminando,
¿Quién está buscando una reunión,
Pero no lo niego, no lo niego.