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Francisco, ¡¡qué grato es leerte!!

La llama que cegó la razón es una imagen bella, centro del microrrelato.
¡Felicidades!
A comparación del ejercicio anterior, siento que aún le falta cerrar el círculo.
Creo (es mi opinión) que aún falta trabajar el vínculo entre deseo y la cárcel/laberinto del desamor.
¿Por qué el deseo sería tan irrevocable? La relación no es intrínseca y para que lo sean en el microrrelato, falta mencionar esa particularidad en los personajes. ¿Qué tipo de relación tenían?

Con mucho cariño y con ganas de leernos más,
te saludo,
D.

Muchas gracias , amigo Daniel, me satisface mucho tu comentario. Bueno, la verdad es que pensé y pienso que el desengaño, como suele suceder, no funciona con el personaje enamorado, ya que está enceguecido por la pasión que no le deja ver el desamor de la otra parte. Como dices, de la cárcel y del laberinto se puede salir, el asunto es que el personaje no termina de "ver" la salida.
Igual voy a ajustarlo Daniel. Muy bonita experiencia. Un abrazo, hermano, sigo contigo.

¡Uy! Creo que soy tu fan jaajajaja.

Merci, @madamebovary. Me halaga tu comentario. Un abrazo.