San Valentín.
¡Hola comunidad de Steemit! ¿Cómo la pasaron en el día del amor y la amistad? Yo la pasé sola, no pues, qué más :'v
Estuve escribiendo una historia sobre un falso amor y espero que les guste. Es una historia muy muy corta, así que no tomarán mucho tiempo leyéndola.
Bueno, sin más preámbulos, disfrútenla.
Photo by The Phope
La pareja ideal, muchos decían. Sasha y Michael, un par de jóvenes «enamorados» paseaban acarameladamente por el parque tomados de las manos. Michael era un hombre envidiable, pues a parte de ser bien parecido y un «caballero» con las damas, tenía a una mujer a su lado que lo quería como era: A Sasha. Sin embargo, a pesar del amor que le profetizaba, ella no se sentía completa. No se sentía lo suficientemente hermosa y pensaba que le hacía falta más para poder llegar a conquistar aun más el corazón de su amado.
Tanto era así, que frecuentemente la muchacha se comparaba con otras chicas. Ya esto a él le estaba cansando un poco, y estaba comenzando a ver que su chica quizá y no era tan bonita como las demás.
Un día, mientras Sasha leía un periódico virtual, Michael le pasó una revista de modas y le señaló una página.
—Aquí dicen que hacen cirugías. ¿Quieres apuntarte? —preguntó.
Ella se quedó observando la revista. La mujer de la publicidad que promocionaba las cirugías de ese doctor era muy hermosa. Ella también quería ser hermosa.
—Imagino que lo que cobran es una fortuna —rió—. No tengo ese dinero.
—Podemos reunirlo. Quizá necesites un retoque, comenzando por la frente, la nariz, los pómulos y los labios —decía mientras pasaba el dedo índice por las zonas mencionadas.
Ella estaba un poco insegura. Sabía de muchas personas que se habían hecho cirugías estéticas y que todo había salido bien, pero por otra parte también había una inmensa mayoría de casos en los que quedaron como monstruos.
—Déjame pensarlo.
—Hay una oferta especial para el catorce de febrero —señaló él—. ¿Qué te parece si te haces la cirugía ese día? El médico es bueno.
Ella vio la zona donde hablaban de la oferta del día de los enamorados; no era exactamente una cirugía para ese día, sino unos dos días antes. La idea era quedar perfecta para San Valentín.
Se dio cuenta de que el presupuesto le alcanzaba con la oferta. Miró a su novio y luego a la revista. Sonrió.
—Entonces lo haré —dijo. Luego, se dirigió a él—. Así te gustaré más.
—Tú ya me gustas mucho, pero un retoque, como te había dicho antes, no te vendría para nada mal.
El día había llegado y ella se sentía muy insegura al respecto. ¿Qué tal si algo salía mal? ¿Podría recuperar algún día el dinero de la cirugía? ¿Y si era ella la que salía mal parada por cuestiones de salud? Todas estas preguntas eran las que invadían sus pensamientos mientras el cirujano le dibujaba unas líneas en la cara, que era donde pensaba cortarle.
—¿Estás lista?
«No», fue lo que quiso decir.
—Sí, estoy lista.
Photo by freestocks.org
Unas horas después, la cirugía había sido un éxito. Le pasaron un espejo a Sasha y ella pudo admirarse en el objeto y comprobar que no había quedado tan mal como había temido.
Unos días después, pudo volver a su casa. Tenía que seguir en reposo. Su teléfono no paraba de sonar con las constantes llamadas de sus amigas, preguntándole los resultados de la cirugía y pidiéndole fotos de la misma; Sasha no quería opiniones falsas, así que le respondió a la más sincera de todas y le envió una foto del resultado.
Mientras esperaba a que su amiga le contestara, llamó a Michael. Ocupado. Volvió a intentar pues, se dijo, quizá y estaba durmiendo.
Habían pasado unas horas y todavía le sonaba ocupado. Decidió, pues, ir hasta su casa a visitarlo; después de todo, todavía no era de noche y podía salir sin temor al sereno.
Se puso su mejor vestido y sus más espectaculares zapatos. Recibió el mensaje de su amiga, pero no hizo caso omiso al mismo y se dirigió hacia la ventana para asegurarse del clima.
Entonces lo vio. Su novio besando a otra mujer mucho más bonita que ella.
Lágrimas corrían por sus mejillas al comprender el porqué evitaba sus llamadas y nunca la fue a visitar al hospital. Lo que más le dolía era la traición, si ya no le gustaba, ¿Por qué no se lo dijo antes?
Se miró al espejo y se sintió una tonta por haberse hecho esa cirugía estética tan costosa para nada, para que él la engañara. De la rabia e impotencia, rompió el objeto de vidrio con un puño al mismo que éste se llenaba de sangre.
Miró el teléfono celular que esperaba pacientemente por ser atendido. Leyó el mensaje de su mejor amiga y su llanto sólo se intensificó.
Ella le decía, intentando sonar lo más dulce posible, que le habían robado y que la cirguía no le hizo ningún favor. Fue amable de no añadir el «Te lo dije», pues ella fue la que le dijo que la corugía no era buena idea. Pero Sasha estaba tan ciega con su supuesto amor que no le hizo caso.
Le texteó devuelta y se tiró a la cama de espaldas. Recibió inmediatamente una respuesta y acto seguido, alguien que tocaba el timbre de su casa.
Abrió la puerta y se encontró con ella. ¿Dónde estaba el hombre que le había engañado? ¿Es que ni siquiera tuvo la valentía de acercarse a la puerta para terminar la relación?
Su amiga le explicó que ella lo saco del lugar. Terminarle ahora era su deber. Sasha se abrazó fuerte a su mejor amiga y ella le devolvió el abrazo. Cuando se separaron, le enseñó una caja de bombones de chocolate que había comprado; al principio, pasaría el catorce de febrero sola porque no tenía pareja y todas sus amigas estaban con sus novios. Ahora no estaría sola.
Y así, pues, terminaron el día haciéndose compañía una a la otra. Ella se ofreció a pagar una parte de la cirugía de Sasha para intentar revertir la otra. Conocía a dos ciruganos que eran mucho mejores que el que promocionaba esa revista.
A pesar de que Sasha tenía miedo, ya no podría haber algo peor que su cara en ese momento y aceptó la oferta de su mejor amiga.
Así fue como ella comprendió que la persona menos esperada es quien te sacará del atolladero en el que tú misma te metiste. O al menos, te ayudará a salir de él.
Su voto se los agradezco ♥ Bye, se les quiere!