Tal vez me he tropezado mucho pero siempre soy Victoria.

Hola, gente de Steemit. He llegado aquí por un montón de recomendaciones de mis amigos y pues espero sea este el primero de muchos posts.

Mi nombre es Victoria Valentina Herrera Mejías. Sí, lo sé, doble VV, son cosas que suceden cuando tu abuelo se llama Victor y tus padres se casan el día de San Valentín (no sé si esto último de verdad sea por eso). Tengo 19 años aunque si me conoces sabrás que parezco de menos. Soy la hermana "mayor" y entre comillas porque mi hermano tiene 17 pero me lleva unos cuantos (muchos) centímetros.

Nací en Cumaná, estado Sucre, Venezuela. En un centro médico que queda o quedaba frente a la playa, esto siempre me pareció maravilloso porque tengo una fascinación por las sirenas. También me encantaban todo tipo de animales que pudiera ver o leer en alguno de los libros de mi papá. Empecé a leer a los 3 o 4 años de manera autodidacta, y creo que no he parado de estar enamorada de los libros desde entonces, tenía mucho tiempo porque socializar con los niños de mi preescolar no me preocupaba.

Cuando tenía 5 años nos mudamos a Maracay, estado Aragua, por estar cerca de mi papá que estaba haciendo su especialización en Entomología en la UCV. Empecé ahí en la Academia de Talentos Danzas Caribe Aragua, me encantaba bailar (corrección, me sigue gustando) y en ese momento lo veía como algo para toda la vida. Era excelente academia, tuve clases de danza nacionalista, contemporánea, salsa, ballet, modelaje, y una vez una clase de flamenco. Me la pasaba de presentación en presentación entre zapatillas y trajes, los cuales amaba porque era como tener disfraces todo el año.

Recién cumplidos los 8 años me mudé a Casanay (otra vez al estado Sucre) cuando mi papá terminó sus clases. Fue un poco brusco el cambio de ambiente porque estaba ya acostumbrada al trajín y variedad de la ciudad, este nuevo lugar era muy calmado y no tenía mucho para hacer. Estudié en Carúpano porque mis padres trabajaban ahí (un biólogo y una enfermera), allí hice mis primeras amigas formalmente y seguí bailando pero esta vez solo ballet.

A los 10 años mi mamá (toma la que en ese momento me parecía una horrible decisión) de sacarme del ballet, según ella se estresaba más que yo y así las cosas no estaban funcionando. A pesar de todo esto, ese radical cambio en mi rutina trajo lo que hoy considero la mejor cosa que me ha pasado en mi corta vida, la música. Mi madre que siempre quiso que fuera una persona que se ocupaba, me inscribió en el núcleo del Sistema Nacional de Orquestas y Coros que tenía Carúpano donde mi hermano ya llevaba 2 años tocando el violín. La siguiente foto es como un adelanto pero el punto es mi hermano.

Empecé con coro y solfeo como era lo normal a mi edad, fui bastante buena en mis clases de solfeo y me emocionaba cantar. Luego, por recomendación escogí tocar oboe y no la flauta transversa como tenía pensado. Fue genial estar en la orquesta pero no me sentía cómoda con mi instrumento, así que terminé dejándolo. Ya tenía 12 años y recuerdo que en diciembre de ese año empezaron mis clases de flauta, estaba demasiado feliz aunque mi flauta fuera como la llamarían aquí "una lata". Estudiaba mucho mis métodos y gracias a mi anterior instrumento en menos de un año estuve devuelta en la orquesta juvenil, claro, no todo era color de rosas porque tocar un instrumento requiere MUUCHO ensayo pero hacía lo que podía.

Mi regalo esperado desde esos años era una flauta, no recuerdo haber querido tener tanto algo en mi vida como eso. Participé en mi tiempo como flautista en una gran cantidad de conciertos, estuve también en el ensamble de Flautas de Carúpano y una vez tocamos en el Ensamble de Flautas Antonio José de Sucre que es el del estado. He de admitir que pasé un tiempo frustrada por mi poca mejora con la flauta, estaba en ese momento en que me costaban algunas partituras pero seguía intentando.

Mi época del liceo no es algo en lo que piense ahorita, fui bastante floja y descuidada en ese tiempo con algunos de mis años, a sabiendas que yo podía ser de los mejores (lo siento por esta dosis de mi ego) si me hubiese propuesto. Puedo decir que el 2013 fue el peor año de mi vida (hasta ahora) porque me fue bastante mal en todo lo que hice o intenté hacer.

Pasé toda esta época de ensayo en ensayo, leyendo, escuchando música y formando parte de fandoms, mientrás las demás personas de mi edad estaban de fiestas y salidas. De esto no me arrepiento nunca porque ahora que estoy en la universidad muchas cosas de eso me sirven. Ya en 5to año y con 4 años de flauta, participé en el Festival con participación de directores internacionales y nacionales, fue una gran experiencia.

Luego, llegó el momento en que tuve que escoger una carrera pero estudiar música era lo único que quería, yo me veía (veo) como caperucita roja y vivir en una "gran ciudad" solo con 17 años no era un gran plan para mis padres. Así fue como termine estudiando Castellano y Literatura en la UDO, núcleo Cumaná porque era la segunda cosa que más me gustaba. Sí, de vuelta a mis origenes de cierta forma. Recuerdo estar muy deprimida por no poder estudiar lo que quería pero intenté verlo como un nuevo reto para ser mejor.

Desde mi primer semestre en el 2015 creo que todo fueron primeras veces y cosas mayormente buenas, empecé a sacar buenas notas, entré en la Estudiantina de la universidad, donde empecé gracias a buenos apoyos a mejorar más en la flauta y ahí conocí a los que serían mis primeros buenos amigos desde que llegué. Posteriormente comencé en el núcleo de la orquesta de aquí pero eso solo fue como una nube pasajera porque nada más estuve durante un concierto que fue muy bueno.

6 meses después de haber entrado a la UDO, digamos que me tropecé medio empujada con el Orfeón Antonio José de Sucre, tuve mis idas y venidas pero al final terminé quedándome. Nada puede compararce con lo feliz que me han hecho ese grupo de personas que lo conforman, tuve mis primeras salidas y fiestas con ellos, he reído y llorado pero siempre teniendo un hombro cerca para apoyarme, gracias a ellos me di cuenta de que tenía la capacidad de cantar de una forma bastante decente (ja, ja). Muchos de ellos leeran este post y quiero que sepan que los amo.

Y hablando de amor, la universidad me llevó a descubrir otra cosa de la que era capaz, escribir. Más específicamente el escribir poesía, participando actualmente con varios de mis amigos que admiro en la carrera. Es una forma de expresarme libremente y ser totalmente yo. En resumen, como notarán estoy encantada con mis años universitarios y aún con toda la situación que pasa en este país (que parece inevitable aunque sea mencionarla) tengo esperanzas de que seguirán siendo grandiosos.

Bueno, chicos de Steemit, espero le gustara mi #IntroduceYourself ¡Nos leemos!