DELEZNABLE: Poema II
Ningún somnífero hace efecto,
tras la evidente perdida de tus cálidos besos,
ningún calmante me hace botar
este dolor que llevo en el pecho.
El agua más caliente
no puede limpiar lo sucio de mi cuerpo,
la luna ya no vibra en el río,
quiere que me convierta en cascada,
que como él detenga el tiempo,
el cantar de los pájaros no calma la angustia,
la aumenta
y me desgarra.
Ya no siento la brisa rozar mi cara
ni logro entender
cuando fue que comencé a dejar
que me invadiera el vértigo.
El miedo se fue,
Las lágrimas limpié,
Una que otra manchó el papel,
Indeleble,
Como tú huella en mi alma, en mi piel.