Orion: Revelaciones - Prólogo
Camino por la calle como lo hago diariamente rumbo al instituto, si, el mismo y aburrido edificio de todos los días donde todos van a clases, definitivamente no es mi lugar predilecto pero hay que estar allí, es una estructura enorme de color blanco con detalles rojos entre las columnas y los marcos de las ventanas, Es uno de los pocos que conserva un aspecto al cual los maestros de historia llaman "del primer mundo", no presto mucha atención a todos los parloteos que hacen en clase.
Lo poco que sé, es gracias a las historias que me cuenta mi amigo Adam, relatos que remontan la historia mucho tiempo atrás en el pasado, cuando la raza humana huyo del antiguo sistema solar a causa del agrandamiento del sol, cuyo fenómeno ya habían pronosticado siglos antes pero no precisamente con la fecha aproximada, según la historia cuenta que el evento sucedió mucho antes de lo esperado. A pesar de todo, la mayoría pudo huir en el éxodo dejando atrás solo a los que no pudieron abordar a tiempo. Fueron tiempos horribles a bordo de los cruceros espaciales, hubo motines, intentos de hacerse con el mando o con las provisiones, a mi parecer era de esperarlo, ya que el único planeta que se tenía en mente para poblar era uno cercano a la tierra y también fue tragado como un caramelo por el sol, hasta que los científicos a bordo tuvieron la idea de aplicar los métodos para modificar la atmósfera de una estrella cercana ubicada en la nebulosa de Orión la cual llamaron Nueva Tierra.
Hoy, no sé cuánto tiempo ha pasado, nadie lo sabe ya que el método para medir el tiempo no es el mismo desde entonces, ahora medimos ciclos planetarios, un ciclo se completa cuando los satélites de nueva tierra llamados "Ádoras" y "Aorus" se alinean dejando observar como Aorus pasa a ser un anillo de color rojizo un poco brillante, cubriendo a Ádoras una pequeña luna de color celeste blanquecino, pasa muy a menudo, así que decidieron utilizarlos para delimitar el paso de lo que antiguamente llamaban "días" y aunque desde aquí puede verse nuestro antiguo sol que al parecer, los bocadillos le sentaron muy bien, ya que contra todo pronóstico nuevamente, mantuvo su tamaño agigantado, resulta imposible visualizarlo sin estar en un piso elevado o alguna terraza ya que las luces de los edificios y el tamaño de los mismos impiden la vista con claridad más allá del área interior del sistema conformada por otros cuatro planetas que viajan en órbitas alrededor de Nueva Tierra, la cual es el centro del sistema.
Veo las tiendas de la calle de mercaderes del sector F9, el cual habito, distinguido por el espectáculo de luces que hacen los hologramas de publicidades en Ciudad Capital, aunque según la ciudad entera es del tamaño de un par de países grandes del primer mundo, lo llamaron Ciudad ya que es la única zona poblada del planeta y si, es gigantesca, la dividieron en sectores delimitados por una cuadricula que intersecta números del 1 al 20 y letras de la A, a la P, creo que los ingenieros se enfocaron en la eficacia del diseño de la ciudad en cuanto a la movilidad de los habitantes y la fácil ubicación y posible ampliación, que por la estética de la misma.
Camino unas cuantas calles más y oigo el sonido de un vector, es el transporte que utiliza la gente de Ciudad Capital para viajar entre los sectores ya que hacerlo a pie o en algún vehículo terrestre significaría tomar horas entre un sector y otro, y no todos tienen el lujo de poseer una nave, miro hacia arriba y precisamente allí lo veo, un tren de color negro y decoraciones azules que viaja dentro de un túnel traslucido sellado al vacío para disminuir la resistencia al aire y aumentar la velocidad. ¿De qué otra forma se podría viajar en minutos a través de los sectores?
-Los ingenieros han tenido mucho con que jugar –digo, mientras veo como se detiene lentamente.
El nodo del sector F9, una gran esfera compuesta por una estructura en la parte inferior y una cúpula en la superior, ubicada en lo alto sobre los edificios, conecta a otros túneles por los que vienen y van vectores a otros lados, las personas suben a este desde una plataforma, o como lo llamamos en el instituto: "el ascensor familiar"... -¡el instituto!, Se me hace tarde.
Solo estoy a un par de calles pero comienzo a escuchar el sonido que indica el inicio de clases. Como puedo me las arreglo para llegar antes de que me cierren las puertas en las narices, me quedo de pie en la entrada de mi salón para tomar aire y allí están viéndome con cara de "Otra vez tarde" mis amigos, sentados cerca de las ventanas como todos los días, aun no sé cómo se las arreglan para conseguir esos puestos ya que no tenemos asientos fijos y esos son unos de los más cotizados entre la clase, esos y los que están cercanos a Diana la chica plástica, alta, delgada, de cabello castaño claro y ojos color miel, es lo único de su apariencia física que puedo decir que no le ha costado dinero, es la líder del equipo de gimnasia del instituto.
-Pasa ya, evitar que me robaran tu puesto fue un lio –dice Adam.
Adam es más o menos de mi altura, de cabello negro corto, tiene los ojos de un color amarillento, es un tanto más fuerte que yo por lo que la mayoría de las veces termina ganándome casi sin hacer mucho esfuerzo cuando luchamos por cualquier tontería.
-¿Y esta vez qué hiciste?
-Solo escupí en el asiento, nada extremista, ¡dije que no volvería a regalar mi desayuno! –lo dice muy tarde porque ya me he sentado.
Cierro los ojos para evitar tumbarlo de su puesto ya que todos están repartidos en bancos para dos personas detrás de un escritorio con una pantalla holográfica y dos tableros para escribir.
-Supongo que te lo aguantaste hasta el final, pudiste haber evitado que me sentara.
-Zhirk Geodfrey ya estas sentado no puedes hacer nada. –me responde entre risas.
Ese es mi nombre, Zhirk, no sé de donde se lo habrán inventado mis padres, pero me gusta.
-Hagan silencio y dejen sus asuntos conyugales para después de clases, no quiero que nos dejen limpiando los pasillos de nuevo. –dice una chica un poco más baja que yo de cabello pelirrojo liso que le cuelga hasta un poco más abajo de las orejas.
-Ashkry, si lo dices casi a gritos conseguirás que nos dejen limpiando los pasillos durante tres ciclos. –susurro mientras volteo al escritorio de atrás donde está sentada mi amiga junto a Lou, el ultimo de mi grupo, un chico de piel morena con una extraña fascinación por las máquinas.
Lou me hace señas con los ojos para advertirme que la clase está por comenzar mientras Ashkry sigue en su desfile de risitas. Me enderezo en mi puesto para marcar asistencia, lo hacemos colocando el pulgar en un captador de huellas el cual reconoce si pertenezco a la clase y procede a encender mi tablero y la pantalla de nuestro escritorio donde en la mitad que me corresponde aparece mi cara, mi nombre, y la fecha de hoy: 9na edad de viento, quinto ciclo de Piscis. Aquí las edades se dividen en cuatro elementos: agua, tierra, viento y fuego, y cada uno de estos se divide en doce signos zodiacales con 100 ciclos cada uno. Yo nací en la 8va edad de fuego, décimo ciclo de Aries. Casi todos en mi clase somos de esa edad, unos pocos son de la edad de viento ciclo de Piscis, como Ashkry, dice que es de buena suerte nacer bajo un signo del mismo elemento que la edad en curso, para mí son solo cosas de ancianos y supersticiones.
Al finalizar la jornada de clases mis amigos y yo salimos del edificio del instituto, yo aprovecho para revisar la posición de Ádoras y Aorus para evaluar las posibilidades de inventarnos algo que hacer juntos antes de ir a nuestras casas, examino mi uniforme del instituto el cual resulta ser muy llamativo consta de un mono un poco holgado de color gris con líneas de diferentes colores, según corresponda a las distintas actividades del instituto, la parte superior se compone por una franela en escala de grises con líneas a juego con el mono y una chaqueta sintética donde están incorporadas la mayoría de las herramientas que utilizamos. Presiono con el índice derecho un círculo que sobresale de la parte baja de la manga izquierda de la chaqueta y un diminuto holograma de Nueva tierra aparece, dejando ver a Ciudad Capital en la parte superior junto con dos pequeñas esferas, una un poco más grande que la otra, los satélites, según el holograma están por visualizarse en el horizonte, cada uno emerge desde un lado distinto pero siempre en direcciones opuestas a manera de encontrarse en algún punto sobre Ciudad Capital.
-Vaya hoy si nos han hecho aguantarnos a los profes hasta tarde. –digo mientras me encojo de hombros.
-Ya, déjalo así mañana tendremos mucho tiempo, es ciclo de ejercicios y normalmente salimos temprano ya que la mayoría del curso suplica piedad a los profes a mitad de la jornada. –dice Ashkry mientras guiña el ojo, no sé por qué lo hace si nosotros estamos incluidos en esa lista.
-A veces no entiendo que pasa por tu cabeza.
-Es mejor así Lou, estarías tan loquito como yo si trataras de entenderlo. –Le responde ella mientras le da palmadas en la espalda.
Camino al nodo seguimos discutiendo sobre qué hacer mañana y decidimos visitar un nuevo club que abrió hace poco en el sector H1, Adam sugiere ir a otro lugar ya que según ha escuchado de entre nuestros compañeros que en ese lugar suelen reunirse algunos buscapleitos, pero todos le buscamos el lado bueno ya que estamos en los ciclos de Piscis bajo una edad de viento, y Ashkry nació en estos tiempos hace una edad, en el Primer Mundo tendríamos unos 18 o 19 años, bajo el nuevo calendario cumpliríamos años cada vez que entramos en el ciclo de un signo zodiacal del mismo elemento al ciclo de nuestro nacimiento.
Aquí cumplimos la mayoría de edad cuando completamos una edad, como Ashkry, que nació en la 8va edad de viento, ciclos de piscis, prácticamente ya es mayor de edad así que, por qué no celebrarlo. Supongo que en la siguiente edad, la 9na de fuego celebraremos las de Adam, Lou, y la mía.
Adam nació en los ciclos de Tauro, y Lou en los de Libra, así que también celebraremos el "cumpleaños" de Lou junto con el de Ashkry, a pesar de ser menor que nosotros se las arregló para que lo asignaran a un curso más avanzado desde joven, como casi todo en Nueva Tierra se realiza con máquinas, le ha ido de maravilla.
-Bueno ya llegamos al "ascensor familiar".
-Nos vemos mañana, y asegúrate de no llegar tarde, ¡o no vendrás con nosotros! –me contesta Lou a regañadientes.
-Está bien no me distraeré mientras camino, lo prometo.
Mientras vemos como abordan la plataforma junto con otras veinte personas para subir al nodo y tomar un vector hacia sus sectores, Lou vive en el sector E9 y Ashkry en el F8, debido al gran tamaño de Ciudad Capital existen muchos otros institutos que reciben a estudiantes de 4 o 6 sectores contiguos.
Adam y yo vivimos en el mismo sector, pero cada uno a un lado distinto del mismo así que aquí también nos despedimos para tomar nuestro camino a casa. Regreso por la calle del mercado la cual es normal que esté llena de gente en estos momentos porque los habitantes salen de sus trabajos para divertirse o hacer las compras.
Más tarde me encuentro en la entrada del edificio donde mi familia y yo vivimos, los satélites ya se distinguen poco más arriba del horizonte según mi reloj holográfico ya que la altura de todos los edificios impide la visión desde las calles, en algunos puntos como la plaza y algunos parques se puede tener una vista más despejada, incluso algunos establecimientos lujosos están ubicados en edificios altos y ofrecen terrazas donde sus clientes pueden disfrutar de la vista.
El edificio de residencias donde vivo forma parte de un conjunto de tres cuñas de unos veinte pisos, un poco separadas unas de otras y unidas por la mitad con una plaza que sirve para comunicar las residencias sin tener que descender hasta la planta baja, yo vivo en la cuña del centro en el piso quince, aquí en Ciudad Capital tenemos muchas comodidades, hasta la familia más pobre tiene un lugar decente donde vivir ya que todas las residencias están construidas en edificios para ahorrar espacio.
Ya me encuentro en la puerta de nuestro apartamento cuando la vecina más escandalosa que conozco, una señora regordeta entra al pasillo dando tumbos con lo que parece ser una barricada de cajas, viene lanzando gritos tan fuertes que estoy seguro que despertarían a cualquier muerto.
-Zhirk! Querido dile a tu madre que en el centro del sector J2 hay ofertas imperdibles por el final de la edad, supongo que tienen que hacer espacio para la colección de fuego, hay de todo, si desea yo misma le acompaño.
-Está bien, le diré gracias por la información.
Abro la puerta y la cierro antes de que pueda asediarme con más alaridos.
Mi madre está en la cocina preparando la cena la veo igual que siempre, una mujer sencilla sin muchos arreglos de cabello castaño oscuro un poco rizado.
-Madre ya llegue, la vecina...
-No hace falta que lo digas, desde aquí la he escuchado, más tarde le diré que no podré ir, mañana tu padre estará en Ciudad Capital, así que iré a saludarle.
No me sorprende que la haya escuchado, estoy seguro que si lo hubiera dicho desde su propia sala igual la oiría.
-Cierto que padre estará de paso mañana aunque no podré verle, es ciclo de ejercicios.
Normalmente tenemos dos ciclos libres y cinco de clases pero cada quince debemos asistir a clases de ejercicios.
-Bueno le enviaré saludos de tu parte y de Roddick.
Mi padre trabaja en el puerto estelar, una base ubicada en Ádoras que sirve de puerto para el transporte de mercancías, pasajeros y materias primas entre los planetas del sistema interior, pocas veces le dan permiso para bajar al puerto de Ciudad Capital, solo cuando le asignan trabajos especiales de revisión o cuando está de vacaciones en las cuales viene a casa.
Tomo un baño y me dirijo al comedor donde mi madre me espera a mí y a mi hermano para cenar, tomo asiento y poco después mi hermano se une a nosotros.
Es algo mayor que yo, nació en la 8va edad de tierra, es más o menos de mi estatura y muchos dicen que nos parecemos mucho, su cabello es liso como el de padre al igual que el mío y últimamente lo lleva un tanto largo y sujetado con una pequeña cola de caballo, yo lo prefiero llevar más corto, ambos somos de contextura fuerte aunque él está más desarrollado que yo.
Hablamos de diferentes asuntos durante la cena y al final mi madre me pregunta si ya he decidido a que dedicarme ya que al finalizar la siguiente edad de fuego debería elegir una profesión.
-No lo sé aun madre pero pensare en ello.
-No tardes mucho, no quiero que andes sin hacer nada cuando salgas del instituto.
-Lo sé lo sé, ya me decidiré para entonces.
Me levanto de la mesa, lavo mis platos y me encierro en mi habitación, cada vez que madre toca ese tema me molesta porque hace parecer que no me interesara hacer nada, pero algo es cierto, no se a que dedicarme aun, nada me llama la atención, solo me gusta mirar las estrellas, y pensar en poder viajar a muchos lugares, la única profesión que me permitiría viajar a mi voluntad seria de comerciante, pero no tengo mi propia nave y dudo que mi familia apruebe esa propuesta ya que esperan que sea alguien más importante.
Desde mi ventana puedo ver como Ádoras y Aorus comienzan a alinearse señalando que el ciclo está por finalizar, debería dormir, prometí que mañana llegaría a tiempo al instituto,así que me acomodo en mi cama y le sigo dando vueltas a la idea de a qué dedicarme hasta que me quedo dormido.