Lo siento, perdónanos por tal vida.
Dame una boda para que no me dejes sola.
Y nadie, y nada, Dios ve...
En las persianas se pierden.
Pero cada vez que perdonaba entendía.
¿Reflexión o la tuya?
El dolor y el sufrimiento son diferentes.
Pero no puedo contártelo.
Y el mundo será maldito para siempre.
Lo encontré en un libro.