[El esbozo acechador (III).]

Siento que estoy muriendo; dormir se distanció del descanso como si la silueta consistiera de darme lata sin que esté presente en la camilla de la habitación más tétrica que he sido colocado en un hospital… ¡Parece más un manicomio!

Mi colega me ha estado visitando con mayor frecuencia que yo a tì, madre; siento la vergüenza acechando con cada visita que me hace, ni mis otros colegas que formó una vez mi círculo han sido consistentes con mi estado. Presiento la corazonada de que algo pronto saldrá luz y termine con sólo volviéndose más vulnerable que de costumbre en mi rutina desde que llegó la agonía establecida en mi casa.

El médico se mofa cada vez que intento reencontrarte en un sitio, pues cada vez que se percata usa la misma disolución en mi suero, provocando la pérdida de conciencia en tí. ¿Qué no se da cuenta que quiero estar contigo en ésta mala racha? Me siento abortado de tus entrañas a pesar de estar completo, cuerdo y vivo… Pero, ¿puedo ser una criatura abortada, incompleto, loco o incluso muerto de esta la sociedad?

Sólo hablo con mi colega de tí, me trata de seguir la plática de una forma golpeada, pues cada vez que le pregunto al verlo entrar ”¿has visitado a mi madre?” con la misma esperanza que me dé buenas noticias… Lo contrario, siempre me dá entender que debo callar; obviamente varía las palabras puesto que no es grabadora, aunque, ¿por qué callar mis dudas que notan angustia de saber de tí, siendo el único que conoce de tu existencia?

Aún es más raro sus horas de visita, pues nunca tiene hora fija de llegada o de salida; hay momentos en las que sólo está 5 minutos o una hora, o simplemente llega de mañana o muy noche… Es muy inestable en su permanencia, pues sólo habla de un tramo de un tema, no es directo puesto que sus argumentos son muy metafóricos para hablarse de una conversación cualquiera.

Últimamente me ha tratado de ser cuidadoso con sus palabras y de que mis respuestas no alcen sospecha a un médico o enfermera, pues cuando hablo de tí, me maneja cual juglar al pueblo desinformado; expresándose con prosa, haciendo referencias de autores reconocidos de tal modo que llegan sus mensajes sin mal interpretarse a mí. Podríamos decir que es muy ingenioso pues cuando me vió recién internado, aquel médico había interpretado que cuidas a mi madre a las afueras de la ciudad.

Madre, si no mal interpreto las ocasiones, ¿estás con él con tal de que yo pueda mejorar pronto? Quisiera poder volver a tomar esas cálidas manos, escucharte nuevamente para poder estar más seguro en tí. Quiero ver tu cara que desde aquella presencia permanece de huésped en mi alcoba me es difícil observar. Espero que mi colega sepa lo que trata de hacer con tanta metáfora, pues hay caras que ya notan su coartada.

Como extraño verte, madre. Cómo anhelo aquel destierro de éste infierno para morar contigo, al menos en un largo tiempo hasta que pueda culminar la existencia de la silueta que tanto me carcome ese mal pesar, un tremendo miedo, tal vez… ¿Puedo volverte a sentir, al menos, ésta velada? ¿Podrás hacerme esa dicha? No sabes el dolor y agonía que perpetúa en ésta habitación con gente desquiciada y malhumorada de mis deseos.

Por mientras aquel colega que “cuida de tí” me seguirá de visitas imprevistas, aunque ya dejó de ser novedad… ¿Vendrá hoy? ¿Qué querrá decirme con tanta lentitud? Ansío por descifrarlo.

Continuará…

P.D. Quienes conocen de su servidora, he tenido que separarme de la colaboración de contenido ”Cultura Bitcoin” por razones de logística y ciertos cambios que se notificaron durante mi permanencia.
Sin embargo queda agradecer a dicho equipo por su hospitalidad y paciencia en esta trayectoria como escritora. De no conocer dicha permanencia, personalmente recomiendo conocer (al menos al tanto de éste relato), mi contenido en ésta plataforma:

*1 Primera parte.
*2 Segunda parte.
*3 Anterior post.

De la misma manera notificandoles que en el post ”La economía virtual al alcance de la humanidad” NO ES CONTENIDO 100% PROVENIENTE DE SU SERVIDORA.

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