[Prófugo.]

in #spanish7 years ago (edited)


Observo mis manos y mis pies; heladas en tacto y descalzos ante el interperie. Siento mi cabellera siendo oleada por el viento y mi respiración sosegada por el momento; Un día más en la que puedo contemplar estando sentado sobre los troncos del bosque. Qué silencio se escucha.

Olvido mi existencia para sentirme parte del medio, parece que nadie vendrá en un largo tiempo, ¡perfecto para mí! ¡al fín se me ha concedido la ocasión! ¡La paz! ¡Tranquili…! ¡¿Pero qué... acaso necesitaba de una insolencia para no disfrutarlo?!
Allá a lo lejos del lago, turbia el sosiego silencio como una cubetada de agua helada. ¿Qué buscan? ; Escucho su cercanía, trato de cerrar los ojos para acechar su presencia en mi mente… Estaba tan bien con la soledad a mi lado.

No fue inmediato una espera, siento los pedazos de acero pasando sobre los suelos llenos de hojas del otoño; Uno tras otro de modo aleatoria y sin compás, no viene de un solo medio. Sigo con los ojos cerrados, coloco mis manos al tronco y los pies frotando entre las hojas del suelo… Pues siento húmeda mi espalda.

Mi tacto aqueja del peligro que entorna sobre mí, queriendo activar mi yo primitivo. Más cerca de mí se halla el ruido, mandando esas piezas; Supongo que pronto me hallarán sentado temblando por el frío que se prolonga sobre mi espalda. No discrepo ante nada aún. No quiero ser dominado, que me impida la mente a discernir de mi existencia en el tronco esté ahí. ¡No! ¡Qué tomen por…! ¡Mi brazo! ¡Y justo en el codo!

Yazco sobre el tronco cual muñeca de trapo tendida al mismo, el dolor llega a la caída pronta hacia las hojas y la soledad desaparece más rápido; Mis ojos siguen cerrados, pues empiezo a presentir el miedo al abrirlos, al volver al plano de donde vengo y, ser el protagonista, antagonista y testigo de mi situación a la vez. Descolorido noto aún cerrados los ojos, un conjunto de golpes indefinidos me propinan y mi respiración es más acelerada. No notan queja alguna, pues no quiero gritar, pronunciar palabras… Sería la trampa perfecta que el dolor aguarda sobre mí.

He perdido a la soledad pero, de los golpes hacia mi cuerpo la percibo más que la compañía; No hay auxilio, pues noto la ira cegada ante mí sobre las hojas junto al tronco que me hallaba inicialmente. ¿Qué denotaba hacia estos sujetos?

Han terminado la oleada pero, no puedo moverme, mi respiración no la siento, mis manos y pies siguen fríos, los cabellos he perdido, húmedo entre el sudor y escupitajos ajenos a los míos sobre mi sangre quedé… Ni abrir los ojos pero, escucho al silencio nuevamente.


A mis queridos lectores:
A pesar de mi amplia ausencia en la plataforma, regreso nuevamente con un post para acompañar un rato de lectura.
Respecto a la próxima entrega de “El esbozo acechador” y “Arte de volar”, se estarán publicando en la segunda semana del mes de enero puesto a que últimamente su servidora a tenido que pasar por una no grata experiencia con los medios donde se redacta las mismas. Una gran disculpa por ello.
Estarás al tanto en avisos de próximo contenido en mi Twitter.

En otras estancias, ¡feliz inicio de año!


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