La purificación del todo [Relato]
El ambiente era perfumado como de naranjas y sándalo. Este aroma era esparcido por la presencia de "El Todo" así lo llamaban aquellos que tenían la plena consciencia de querer ser uno con él. El Todo era imparcial, intemporal, el espacio no existía donde sus pies posaban, y cuando se acercaba a aquellos que estaban en un plano distinto a él sentían como el amor se convertía en luz en todos los entornos que ellos habitaban.
En ocasiones El Todo recitaba frases proveniente de su espíritu y muchos le daban crédito a los libros sagrados, como por ejemplo aquella frase que él esparcía por el caos, que era muy escuchada por muchos pero ignoraban su esencia; esas palabras decían así: "La verdad es una, los sabios hablan de ella con muchos nombres".
El Todo observaba de su humilde morada aquella humanidad tan perdida, tan vacía y llena de destiempos incurables. Notaba como unos sumaban títulos sobre otros, diciendo yo provengo de Dios, otros decían "mi camino es el mejor", otros con burla gritaban al levante y al poniente "mi dios besa mejor que el tuyo".
El observar a los humanos le causaba una profunda herida, y esa herida no era de preocupación o melancolía sino más bien de amor, ya que el decía para sus adentros: "En la antigüedad no existía sendas, aquellos que habían llegado a ser uno conmigo, siempre caminaban el mismo camino" - El humano había inventado las religiones y las prohibiciones, no obstante a eso también inventaron leyes, y para ser aceptados llenaron sus vicios de ideales.
Así que el todo decidió descender, esta vez lo hizo con un aspecto de miedo con ojos saltones y un espíritu lleno de preguntas para probar el alma de aquellos que no había conocido la senda del camino interior, El Todo en su aspecto humano se burlaron de él, hasta que lo hicieron envenenarse. Dejando su cuerpo terrestre, volvió a la tierra para ser humano nuevamente, esta vez en forma de un príncipe que dejó su familia y sus riquezas para enseñar a la humanidad todo aquello que es indispensable para este mundo; el conocimiento interior su doctrina fue conocida mientra él vivió, decidió morir bajo un árbol, pero la humanidad no practicaba lo que él enseñó.
El Todo una vez más volvió, pero esta vez nació en un pesebre perseguido por aquellos esotéricos que creían en profecías oscuras, sobrevivió a todo aquello y su doctrina seguía siendo la misma desde su primera venida. Enseñó más el amor, y la tolerancia, la humanidad no soportó tal debilidad y lo crucificó.
El sigue observando a la humanidad, lo hace con amor, sabe que muchos tienen conciencia de su ser interno y de lo que pueden llegar a ser. El camino interior es uno de esos que tranquilizan el espíritu, pero por sobre todo le da el equilibrio perfecto de este mundo a otro.
El Todo reunió todas sus fuerzas y decidió entregarse a cada ser humano, para que no exista racismo, diferencia de religiones, ni mucho menos diferencias entre seres, así que cada ser que anda en el mundo es un Todo, es parte del Todo y es uno solo consigo mismo y con quien lo rodea.
Hola @es-ahora!!
Muy bonita reflexión nos dejas. Si llegamos a unirnos con el todo comprenderíamos que los grandes sabios de la antigüedad en realidad había predicado un mismo camino, que las palabras cambiaban solo para que la enseñanza se adaptara a las personas a quienes iban dirigidas.
Saludos!!
Gracias, para mi es un grato honor de que este pequeño relato haya sido de tu agrado.
Muy linda historia, fue una lectura amena.
Este post será votado mañana por esta cuenta. Saludos.
Ufff que uno de los mejores curadores de habla hispana haya seleccionado mi post para ser curado, me hace pone muy alegre.