Durant and Warriors, about to sweep mourners Spurs / Durant y Warriors, a punto de barrer a enlutados Spurs

Playing basketball seemed trivial to the Spurs after the death of Erin Popovich.

They competed as best they could but, again, it was not enough to beat Golden State.

Kevin Durant posted 26 points, nine rebounds and six assists and the Warriors beat San Antonio 110-97 to earn a 3-0 lead in the first round of the NBA playoffs against a team that began the day mourning death of his coach's wife.

"It was the perfect scenario for a trip," said Golden State power forward Draymond Green. "I'm not saying it because it's not sensitive at all to this situation. We take basketball seriously and we want to win, but when you start talking about life and death, a game does not matter. Even so we wanted to go out and try to win the game. "

The Warriors can solve the series if they prevail on Sunday as visitors in the fourth game.

"For me, personally, it's hard to think about that now because there are other things more important than basketball," said Spurs veteran Tony Parker.

San Antonio played a day after the death of the wife of coach Gregg Popovich, Erin, who fought a long battle against a disease not specified. Erin and Gregg Popovich were married four decades ago, and had two children and two grandchildren.

The team did not show any commemorative video or propose to observe a minute of silence before or during the game. It was an apparent effort for his players to take this meeting as routine.

It proved impossible.

The coach was not in his usual place next to the court. Instead, he went away to accompany his family. The assistant Ettore Messina led the team instead of Popovich.

"We are all broken, hurt," Argentine Manu Ginobili said during morning training on Thursday. "We all know the kind of person that is Pop. Very few the kind of lady that was Erin. It is painful".

Ginobili did not score points and got just a couple of rebounds in 16 minutes. LaMarcus Aldridge led San Antonio with 18 points.

Jugar al baloncesto parecía algo trivial para los Spurs tras el fallecimiento de Erin Popovich.

Compitieron lo mejor que pudieron pero, de nuevo, no fue suficiente para superar a Golden State.

Kevin Durant contabilizó 26 puntos, nueve rebotes y seis asistencias y los Warriors doblegaron 110-97 a San Antonio para lograr una ventaja de 3-0 en la primera ronda de los playoffs de la NBA ante un equipo que comenzó la jornada enlutado por la muerte de la esposa de su entrenador.

"Era el escenario perfecto para un tropiezo”, dijo el ala pívot de Golden State Draymond Green. "No lo digo porque no sea sensible en absoluto a esta situación. Nos tomamos el baloncesto en serio y queremos ganar, pero cuando empiezas a hablar de la vida y la muerte, un juego no importa. Aun así queríamos salir e intentar ganar el partido”.

Los Warriors pueden resolver la serie si se imponen el domingo como visitantes en el cuarto partido.

"Para mí, personalmente, es difícil pensar en eso ahora porque hay otras cosas más importantes que el baloncesto”, señaló el veterano de los Spurs Tony Parker.

San Antonio jugó un día después del deceso de la esposa del entrenador Gregg Popovich, Erin, quien libró una larga batalla contra una enfermedad no precisada. Erin y Gregg Popovich se casaron hace cuatro décadas, y tenían dos hijos y dos nietos.

El equipo no mostró ningún video conmemorativo ni propuso guardar un minuto de silencio antes o durante el partido. Fue un esfuerzo aparente para que sus jugadores se tomaran este encuentro como algo rutinario.

Resultó imposible.

El entrenador no estuvo en su lugar acostumbrado junto a la cancha. En vez de ello, se ausentó para acompañar a su familia. El asistente Ettore Messina dirigió el equipo en lugar de Popovich.

“Todos estamos destrozados, dolidos”, dijo el argentino Manu Ginóbili durante el entrenamiento matinal el jueves. “Todos sabemos la clase de persona que es Pop. Muy pocos la clase de dama que era Erin. Es doloroso”.

Ginóbili no anotó puntos y consiguió apenas un par de rebotes en 16 minutos. LaMarcus Aldridge lideró a San Antonio con 18 tantos.