GANADORES vs PERDEDORES

Precisamente opuesta al sentido del título de este artículo, es la expresión que se ha puesto de moda en la formación de gerentes y emprendedores: GANAR-GANAR.
El sentido de la vida es un enigma, a pesar de las muchas propuestas filosóficas y religiosas que se han desarrollado en los tantos años de existencia de la humanidad; no obstante, podemos asegurar que “ningún individuo perteneciente a una comunidad, tiene como razón de su existencia, dañar su comunidad o a otros individuos de la misma”.
Pretendo resaltar en este tan breve texto, que los “juegos” inventados para producir deleznables perdedores con el objeto de enaltecer a un ganador, no pueden ser considerados “convivenciales”, y mucho menos la práctica de la competencia destructiva para “el perdedor”, aplicada en ambientes de trabajo de equipo, donde la suma de las participaciones y sus resultados colectivos, sean el secreto de la gratificación espiritual y económica de todos los integrantes.
En nuestra cultura se inculcan muchas veces términos que conllevan actitudes negativas, cuando no se destaca el sentido verdadero de la propuesta, con la cual se ha pretendido ensalzar el término.
La característica de “competitivo” viene usándose como una virtud por sí misma, sin discriminar suficientemente entre dos muy distintas interpretaciones:
-La disposición a crecer física e intelectualmente, con persistencia, con el objeto de ser “más capaz y apto” para APORTAR A LA COMUNIDAD!!!
-La disposición a PASAR SIN ESCRÚPULOS POR SOBRE QUIEN SEA para lograr todo aquello que su EGO exija.
La acepción convivencialista se manifiesta conjuntamente con un aire de “alegría de vivir” y acompañada de una gran energía comunicacional, contagia al grupo social y laboral de su entorno, cediendo de manera natural y armónica, las oportunidades de liderazgo que se van presentando en la cotidianidad.
La segunda acepción, y lamentablemente muy común, avanza exhalando esporas de odio a la convivencia misma, mostrando desprecio y sembrando miedo, en todo su entorno. Obviamente, aplaudir por COMPETITIVO a un rufián de semejante calaña, sólo nos hace la vida más difícil e ingrata.
Definitivamente SER MEJOR, es el resultado de un arte convivencial que ubica en un entorno social, liderado positivamente, donde se aporta a la comunidad los designios de la sabiduría adquirida, gracias al empuje de una COMPETITIVIDAD POSITIVA y un GRAN AMOR POR LA VIDA.
Otras formas mal llamadas competitividad, solo afloran un gran desprecio a la propia existencia.
@joseclaudio