Un cambio repentino

Había que subir una colina para llegar allí.

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Mientras subía la colina me volteo y noto que a lo lejos algo se escondía detrás de un árbol y estaba viendo en mi dirección. Entré en pánico, subí rápido la colina para ver mejor que era, pero cuando llegue arriba no vi nada.

¿Qué era eso? ¿Por qué me perseguía? ¿Acaso eso era malo?

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En ese punto ya no sabía qué hacer, el sendero seguía ¿sería bueno seguir? si me regreso ahora no llegaría de día y lo peor, tenía que regresar por donde vi la sombra, si sigo ¿Qué me asegura que eso no me seguiría? Entre en un dilema.

Decidí seguir...

Si me devolvía, la excursión no serviría de nada y después de todo “eso” está en la dirección para devolverme, Preferí seguir…

Con lo que me acababa de pasar solo pensaba en descubrir que era “eso”. Mientras caminaba pensando en eso se hizo de noche y no me di cuenta, me instale rápido en un lugar con varios árboles, arme mi tienda de acampar rápidamente, intente bastante rato en encender el fuego.

Si no lo lograba esa noche no podría dormir.

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Esa noche no dormí, con cualquier bulla extraña me asomaba, de la nada no sé si solo fue mi imaginación que me estaba jugando sucio de nuevo, pero escuche pisadas cerca de mi tienda de acampar, salí con la linterna y todo me parecía terrorífico, todo me parecía algo, estaba aterrorizado. A la mañana siguiente después de meditarlo todo, seguí el sendero, ya ese era el último día que podía alejarme más, porque ya (sin contar las provisiones que gastaría ese día) me quedaban solo para volver, porque después de todo para volver eran tres días más.

Camine durante unas dos horas más y por fin llegue al fin. Al final del sendero había un rio, ahí era bastante bonito el ambiente y los paisajes.

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Estaba contento, me sentía realizado, había cumplido mi meta. Por un rato estuve tranquilo, se me había olvidado lo sucedido.

Ya estaba cansado, ese mismo día empecé a devolverme, ya no quería durar más tiempo allí, de regreso venia corriendo, tenía miedo de encontrarme con la “bestia” o lo que sea. Corrí hasta que llegue al mismo punto donde había dormido esa noche, decidí quedarme ahí de nuevo.

Después de armar, todo decidí ir a explorar los alrededores cercanos, sin alejarme mucho, tenía ganas de descubrir que era esa cosa que había visto antes, pero…

Como dice el dicho: “El que busca encuentra”

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Estaba cara a cara con esa cosa.

A unos pocos metros de mí estaba eso. Me quedé paralizado, no sabía qué hacer, no pude correr ni gritar, solo me quede allí parado paralizado de terror.

Esa cosa me ve y viene hacia mí, sin poder moverme me atrapa…

Hasta ahí recuerdo.

Cuando desperté, estaba acostado en mi cama como si nunca hubiese salido.