Astrolabio / Araya, reino de sol; por @gracielaacevedo

in #steempress6 years ago (edited)


Amigos de Equipo Cardumen:

Es un gusto para mí participar en esta nueva edición de astrolabio, hoy me detendré a presentar una localidad clave en la ruta del Cardumen.

Espero que puedan interesarse por ella, es un lugar al cual se llega en embarcación marina, desde la costa del oriente venezolano, y por carretera (llena de imágenes impactantes como de otro planeta) en una travesía que poca gente realiza, debido a la necesidad de vehículos rústicos para solventar las irregularidades del camino.

Esperando poder motivarlos para hacer un lugar a Araya en sus corazones les presento este reino del sol.


Araya, reino de sol

Castillo araya.jpg

Fuente

Cuando se desembarca en Araya se tiene la sensación de haber cambiado de planeta.

Estar allí implicará un nuevo trato con la propia piel por vivir en una experiencia de cercanía con el sol. El ardor en la tez hace entender la premura de sus habitantes, las carreras de los niños, el hablar atropellado de sus habitantes.

La vida doméstica de las familias arayeras podría describirse en función del efecto de luz y sombra durante el día.

Cada paredón es un reloj de sol, la sombra de algunos indica con cierta precisión la hora de la mañana, la de otros, la de la tarde.

La vuelta del sol hace rotar a las gentes según la posición del astro con respecto a las viviendas. Es el rey de nuestras estrellas quien decide donde tomar el café de la mañana o donde desenredar el pelo de las niñas por la tarde.

La delgada sombra del mediodía hace caminar a su gente, presurosa, pegada de las paredes, mientras que la luz vespertina los convida a asomarse para maravillarse, conscientes o no, con el espectáculo de un mar transparente, las blancas arenas, el intensificado azul del cielo generalmente despejado de nubes… alrededor, las desconchadas paredes de las casas revelan la historia de un poblado que parece no necesitar mayores ornamentos, como si la cercanía del mar fuera la única garantía de felicidad.

Hay en Araya una laguna de aguas rosadas y de nívea y reflectante playa, un espejo al sol. Muy temprano por la mañana, o al caer la tarde, llegan a ella los nativos a recoger un poco de sal, con su salario a cuestas siguen su vida tranquila, aislada por las aguas de la península y por una aparente y despreocupada filosofía frente al futuro, inminente o lejano.



Si eres visitante en Araya sentirás las miradas, sus gentes (expertos buceadores) te detallarán completo y en un lenguaje secreto, hecho de gestos y onomatopeyas, seguirán tu pista por dondequiera que pases, sea que te acerques a un bar, sea que mires con atención a alguien, sea que simplemente te tires en la arena o protestes por el castigo de la arena y el viento sobre tus piernas.

En temporadas turísticas Araya se llena de gente foránea, una multitud llena las largas y blancas playas, buscando un no sé qué. Si uno se detiene a contemplar los grupos puede sentir la sensación de una búsqueda individual y piensa que tal vez se trate de la persecución de un portal hacia el paraíso perdido, o de la esperanza de hallar el umbral mágico hacia la soledad.


Entrar en las frías y trasparentes aguas de la mar comienza por un fuerte estremecimiento que se aplaca paulatinamente hasta convertirse en un susurro de placer. Una suerte de rito de iniciación que te entrega a la zona dejando una parte del ser allí.




Cuando uno sale de Araya no deja de mirar las aguas que la alejan de ella, salir de Araya es volver a la realidad, lejos de un sentimiento mágico: lo que haya escrito aquí no describe, en absoluto, la experiencia de visitar Araya: una vivencia minimalista, casi, una experiencia reducida a piel y sol (o a piel y sombra), entre los límites del ser con la salada naturaleza externa que el sol gobierna.

Me despido, agradeciendo la amabilidad de su lectura.


logotipo de Equipo Cardumen

@helpie
Comunidades amigas


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Excelente post, @gracielaacevedo.
Hace poco visité Araya despues de décadas de no-se-qué (https://steemit.com/ulog/@hlezama/ulog-049-visiting-araya-after-18-years). Tan cerca y se me hizo tan difícil volver a estas playas hermosas.
La relación con esta zona puede ser muy complicada. Es muy atractiva, pero a la vez como que cuesta acostumbrarse.
Lo curioso es que a pesar de las dificultades y las nuevas complicaciones, la belleza natural se ha mantenido de modo tal que cualquier inconveniente pasa a segundo plano. Nadie te quita lo baña'o o lo asolea'o. :)

Como bien lo apuntas, hay mucho deterioro, el cual has sabido pintar con tu lenguaje poético. Yo lo veo de modo similar, la idea de que la sola cercanía a estas playas paradisiacas les sirve a los pobladores de decoración. Se les ha definido en función del mar y de sus atractivos.

Me encantó esta parte:

Si eres visitante en Araya sentirás las miradas, sus gentes (expertos buceadores) te detallarán completo y en un lenguaje secreto, hecho de gestos y onomatopeyas

Jajaja. Muy atinado. Se nota más con las féminas y los tipos con centavo.

Gracias por tu lectura@hlezama. durante un tiempo fui mucha a Araya, tengo infinidad de anécdotas relacionadas con las extrañas situaciones que puedes vivir en esa zona de "otro mundo", ir a Araya, para mi, es como esconderme, una excusa para estar, aunque acompañada, sola, solita, es raro.. . Agradecimiento adicional por tratar de entender mi escrito, . Tengo mucho amor por los pueblos pequeños, me parecen fascinantes y en ellos solo veo grandes misterios, una casi peligrosa cercanía a la naturaleza brutal, lo que me atrae grandemente.
Te doy un gran abrazo. Poco a poco regreso a Steemit.

Saludos @gracielaacevedo. Esto que afirmas, también lo aprecio en esos pueblos. Te recomiendo que visites, si no lo has hecho, San Juan de las Galdonas y Puerto viejo. A puerto Viejo sólo llegas en lancha que la tomas en Carúpano y más cerca Río Caribe.

Tengo mucho amor por los pueblos pequeños, me parecen fascinantes y en ellos solo veo grandes misterios, una casi peligrosa cercanía a la naturaleza brutal, lo que me atrae grandemente.

saludos, @antoniarhuiz. Gracias por tu comentarioy por compartir la admiración hacia los poblados del estado Sucre. Conozco San Juan de las Galdonas, es un pueblo muy hermoso, con una belleza que a veces pasa desapercibida frente a factores circunstanciales. A Puerto Viejo no he ido, lo tendré en cuenta. Gracias por pasar por mi blog.

Tu texto es muy hermoso, @gracielaacevedo; escrito con gran sensibilidad y una elocuente prosa poética. Tiene la cualidad de captar manifestaciones y vivencias primordiales de Araya que comparto con tu visión. Experimentar, cercano a sus playas, las claras y frescas mañanas, la resolana del mediodía, o las plácidas y solitarias noches, son vivencias que atesoro en esa piel profunda de la memoria afectiva, que pueden retornar cada vez que vuelvo a Araya aunque solo sea por la imaginación y el deseo. Gracias por compartir. Un abrazo.

Gracias por tu apreciación, @josemalavem, las comunidades de poco acceso tienen un encanto magnífico que produce sensaciones muy especiales, difíciles de expresar.
Me agrada detenerme a revisar las sensaciones , el impacto, que la tierra, la naturaleza me produce.
Así encuentro un sabor en la vivencia muy parecido al de la felicidad.
Comparto por Araya tu imaginación.