En algunos casos no hace falta pensar en fenómenos paranormales, fantasmas o incluso aliens para llenarnos de miedo. La mayoría del tiempo son las mismas personas las que pueden causar mas terror. Aquí te contare una anécdota corta que le da vida a esto que te acabo de decir.

Una mujer soltera y con dos hijos decide comprar una nueva casa donde puedan vivir los 3 agustos y cómodos. Luego de mucho papeleo y varias cuentas que pagar finalmente la mujer se hizo dueña de la casa. Ya había ido muchas veces a revisarla conjunto con el dueño. Algunas partes de la casa ya estaban bastante amobladas y la venta de la casa incluía esto. La mujer encantada ya que estos arreglos eran de su gusto.

Distribuyo los espacios de la casa como mejor le pareció para ella y sus dos hijos. Debido a lo grande que era el lugar le pudo asignar un cuarto a cada hijo aunque esto no resultaría de mucho. Ya ellos estaban tan acostumbrados a compartir cuarto que prefirieron seguirlo haciendo. La madre con sonrisa inocente le pareció buena la idea. Sabia que una nueva casa podía ser algo traumatico para unos niños así que no se quejo.

La mudanza termino con éxito y los días en su nueva casa empezaron de maravilla pero, a veces notaban cosas extrañas. No sabían si era solo la imaginación de ellos o de verdad algo raro ocurría allí. Muchas veces iban a la cocina a buscar algún aperitivo que tenían seguridad que habían comprado y no estaba. Se preguntaban entre ellos quien se lo comió y nadie asumía ese cargo. Ademas algunos adornos de la casa parecía moverse. Los dejaban en un sitio y a los días los encontraban en otro lugar o en algunos casos desaparecían. La mujer claro empezó a pensar que sus hijos estaban portándose muy mal y los castigo en varias ocasiones pensando que ellos eran los culpables y peor aun que tenían la osadía de mentirle a ella.

Ademas de esto las noches se hacían a veces largas para todos en la casa. Oían ruidos extraños como pisadas ligeras sobre maderas chirriantes. En mas de una ocasion todos se levantaron en mitad de la noche y empezaron a registrar toda la casa pero no había nada. La mujer incluso decidió aumentar la seguridad de su casa colocando puertas mas pesadas y con cerraduras mas grandes. Pero todos estos misterios seguían pasando. Ya no sabia que pensar.

Un día los niños estaba jugando en su habitación con un balón de football y uno de ellos lo pateo fuertemente. El balón impacto directamente contra un estante de madera que estaba en el cuarto. Hizo un sonido tremendo que los asusto. Penso lo habían partido pero no. Cuando se acercaron notaron que el estante se había desplazado hacia un lado y pudieron sentir una ligera corriente de aire que salia de uno de los lados. Ambos estaban asustados pero lo empujaron con delicadeza y el estante siguió moviéndose, era una puerta. Cuando vieron esto pegaron gritos a su madre, no por miedo si no por la emoción del gran descubrimiento de una habitación secreta en su casa.

La madre corrió deprisa y los encontró frente a lo que ahora sabían no era solo un mueble. La mujer quedo impactada al ver esto pero lo que en un principio fue algo emocionante para los niños en pocos segundos se tornaría algo aterrador. Los 3 empujaron todo lo posible el mueble y ante ellos una escalera en espiral que descendía se hacia presente. Era bastante difícil pasar por allí pero se podía. Los 3 bajaron las escaleras usando linternas. La madre llego primero a lo que parecía un pequeño sótano y allí se alarmo ante lo que vio. Todos los objetos desaparecidos estaban allí así como varios envoltorios de frituras y dulces que ellos compraban con regularidad pero lo peor fue ver una cascara de cambur (o banana) en el suelo. Ellos habían comprado esta fruta recién la noche anterior. Quien sea que estuvo allí se fue hace poco.

La mujer enseguida llamo a la policía y contactaron con el antiguo dueño de la casa quien luego de bastante presión admitió que sabia de este sitio pero afirmaba fuertemente que el no había sido quien estuvo allí.

Nunca mas ocurrió algún hecho extraño en la casa. Sea quien sea que habito ese lugar se marcho para no volver. Pero el pensar que esta persona pudo salir durante las noches mientras dormían y haberles hecho lo que sea que quisiera es un pensamiento que no se borro fácilmente de la mente de aquella madre.

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