El hada y el lobo II

Al ver el sueño en la joya de esmeralda, partió; junto con su compañero licántropo. No conocían bien el camino, pero se dejaron a llevar por la guía de la gema, quien con su brillo les indicaba a donde ir.

Lila jamás conoció los territorios lejanos del bosque, más allá de su hogar, convirtiéndose en un ser dual. La mitad estaba temerosa y llena de dudas, bañada con melancolía y tristeza, ya que, por supuesto, estaba demasiado arraigada a sus terrenos.

La otra mitad estaba llena de ansias de aventura, necesidad de conocimiento y destino. Creía que más allá de su aventura se encontraba un regalo preciado para ella, y más aún, cuando vio la profecía en la joya, donde su hermana la invitaba a ir, se incrustó en su mente a un ser merecedor.

Atravesaron tierras silvestres y frondosas, con una naturaleza insolente y agresiva. Conocieron costas bañadas con mares cristalinos, extensos y temibles por su inmensidad. Vislumbraron montañas con sus nidos de magma volcánico, que despedían cenizas alrededor de los bosques.

Las hadas y las tormentas no son los mejores aliados, y Lila se hundía en el miedo cada vez que una se aproximaba. Al sentir aquel denso aire de fuerza, la criatura licántropa la protegía con su cuerpo y ella se sentía un poco más segura.

Después de muchos días de viajes, de aventuras y conocimientos, llegaron a una región desconocida llena de animales, seres mágicos y flores coloridas. Su lenguaje era distinto al de ellos y por esta razón, fue complicada la comunicación.

Hasta que entraron en uno de los pasajes de la región y fue allí cuando la sorpresa comenzó.

Continuará…

Ilustración

Apoya a @celfditorial (nuestro proyecto) una revista de arte y cultura para la blockchain STEEM. Si te sientes parte de la comunidad @celfmagazine entérate más de el haciendo click aquí.