Espero que estén bien. Después de un fin de semana de fiesta, me surgió una pequeña interrogante: ¿Por qué nos emborrachamos? Tras una corta investigación, decidí presentarles mi conclusión en este post, así que sin más preámbulo, ¡comencemos!

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La mayoría de nosotros por lo menos alguna vez en nuestras vidas, nos habremos encontrado en un estado de embriaguez. Sin embargo desconocemos las causas de estas desagradables manifestaciones.

El alcohol es una de las bebidas más populares y consumidas a nivel mundial. Desde épocas remotas, esta bebida se ha consumido con fines culturales e incluso religiosos. Pero, ¿Qué es el alcohol?

El alcohol es un compuesto químico orgánico que contiene un grupo hidroxilo (-OH) en sustitución de un átomo de hidrógeno, de un alcano, enlazado de forma covalente a un átomo de carbono, grupo carbinol (C-OH). Además este carbono debe estar saturado, es decir, debe tener solo enlaces sencillos a ciertos átomos (átomos adyacentes); esto diferencia a los alcoholes de los fenoles.

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Existen varios tipos de alcohol, pero el que se encuentra en las bebidas alcohólicas es el etanol. El etanol tiene cualidades que lo convierten en una molécula idónea para embriagar a los seres humanos, ya que es pequeña y soluble tanto en agua como en grasa, lo que le confiere capacidad de acceso rápido al torrente sanguíneo y membranas celulares, distribuyéndose eficazmente en todas las partes del cuerpo

Cuando tomamos alcohol, se activa toda una maquinaria de reacciones bioquímicas en nuestro organismo. La mayor parte de ese proceso se realiza en el hígado. Cuando consumimos mayor cantidad de alcohol que la que ese órgano puede procesar, comienzan los efectos de la borrachera.

En primer lugar, el alcohol (etanol) se convierte en acetaldehido por acción de una enzima llamada Alcohol deshidrogenasa. Posteriormente, el acetaldehido se transformará en acetato, por acción de otra enzima llamada Aldehido deshidrogenasa. En todas estas reacciones se genera poder reductor (que equivale a unas moléculas llamadas NADH).

La tolerancia al alcohol depende en gran medida de los niveles de enzima aldehido deshidrogenasa mitocondrial (existe otra enzima del mismo tipo pero citosólica) que presente el individuo. En los países asiáticos, los individuos presentan niveles bajos de esta enzima y por eso, son más susceptibles al efecto del alcohol.

Los borrachos comúnmente presentan reacciones alentadas, pérdida de memoria y dificultad para hablar. Estas manifestaciones probablemente son consecuencia de la adherencia del etanol a los receptores de glutamato en los circuitos neuronales del sistema nervioso central. En situaciones normales, estos receptores reciben señales químicas de las neuronas, pero en casos de embriaguez, reciben moléculas de etanol que interrumpe el flujo de señales y ralentiza el funcionamiento cerebral.

El etanol también se adhiere a los receptores GABA (ácido gamma-aminobutírico), en el cual actúa el neurotransmisor GABA, que es el inhibidor más importante del sistema nervioso central, cuya función es ralentizar la actividad cerebral. A diferencia de los receptores de glutamato, los receptores GABA se vuelven más sensibles con el etanol, provocando que el cerebro reaccione aún más lento. No obstante, el alcohol no es meramente depresivo, ya que también estimula la producción de dopamina y endorfinas, químicos que producen un sentimiento de placer.

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Referencias:

Servicio de Medicina Interna. Hospital Clinic. Barcelona Fuente

Departamento De Salud Y Servicios Humanos De Estados Unidos (NIH) Fuente

Hablemos de ciencia: >Fuente

Ahora que sabemos cómo se producen las manifestaciones de la embriaguez, solo queda recordar algo que todos conocemos pero muchas veces ignoramos: El consumo excesivo de alcohol es nocivo para la salud, y a la larga puede traernos consecuencias que incluso pueden ser irreversibles.

Así que si vas a tomar, hazlo con moderación y responsabilidad.

¡Gracias por leerme!

¡Los leo pronto!