¿Sola?- Parte 1

Acompáñenme en esta historia, llegó a mi mente como un torbellino de ideas, espero les guste..

Y ahí iba yo…. Sola…. 

Luego de un día de trabajo… un trabajo que aunque hermoso, toma mucha de mi energía… al ocultarse el sol, camino bajo el inmenso cielo oscuro para soltar las presiones antes de llegar a mi confortable lugar de descanso. Este día en especial, una de las señoras del ancianato murió, nadie fue por ella, ningún familiar lloro, y nadie a excepción de las otras cuidadoras y yo se dio cuenta de lo que allí había sucedido, la llevaron a la morgue y como no tenía ningún doliente, solo cremarían sus restos sin últimos deseos.  

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Al ver esto, en mi caminata de vuelta a casa, iba reflexionando… el sonido que emitía el choque de mis zapatos altos con el asfalto, de una calle larga y vacía, acompañaba mis pensamientos… me daba cuenta que ya tenía 30 años, no era una niña y cada vez no me hacía más joven, la vida se va en un suspiro… Entre el sonido y mis pensamientos levante la mirada hacia el final de la oscura calle, allí se divisaba una figura alta… seguí pensando en mi vida, vi que vivo sola, no tengo amigos y no veía a mis padres hacia ya un año.  

             –¿Si me sucedía algo? ¿Pasaría mi vida como la señora? –imagine. No quería estar sola. 

Dicha figura que antes vi, ya estaba más cerca, alcance a medio ver quién era, un hombre joven, alto, blanco como una hoja de papel y cabello negro, vestía elegante, con un gran abrigo…

            –¿Sera que hablo con mis padres? –Seguro estaban molestos– no mejor no, además nunca he tenido buena relación con ellos.

 Volví a ver al hombre que se acercaba, ya lograba ver como tenía una ligera barba con una mirada fuerte y profunda.  

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            –¡Oh no! Esta mirándome – me dije. 

Rápidamente pensé en mi aspecto, << ¡qué vergüenza!>>, vestía mi uniforme de trabajo, mi cabello todo enmarañado, mi cara de cansancio… Al darme cuenta lo tenía frente a mí, escuche una sutil pero grave voz, mientras me perdía en su mirada… 

            –Disculpa, ¿me puedes repetir? – le dije. 

Subió un poco más el volumen de su voz repitiendo… –¿Puedes darme la hora? – a lo que respondí sin pensar mucho. –No creo que llegues tarde a ningún lado, si tú detienes el tiempo. 

Vi que sonrió y me di cuenta que no lo había dicho solo en mi mente, me sonroje.. 

            –Lo siento, son las 9:35pm– le dije casi gritando.

Huí de la escena lo más veloz que pude, con el corazón a punto de estallar, avergonzándome hasta de mi forma de caminar, solo pensaba en lo hermoso y perfecto que se veía ese hombre… ¿Qué era mi piel tostada por el sol, delante de su piel de porcelana? Y esa voz seductora… parecía un sueño.

 Pensé en el chico por un rato, hasta que volví a mi realidad, llegue a casa, prepare un sándwich, me bañe y me fui a la cama, tal como todos los días… 

2 normales y comunes días más tarde, en mi caminata diaria camino a mi casa pensaba en que mi vida debía cambiar, tenía que tomar riesgos, vivir más, trazar metas, cumplir mis deseos… ser libre de la monotonía de todos mis días… En ese momento decidí cenar en una cafetería cercana, en vez de cenar sola una vez más, mirando la pared manchada del otro lado de mi habitación. 

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 Al llegar a la cafetería, luego de ordenar pan tostado, huevos, tocino y un café… siento que tocan mi hombro, seguido de una voz serena…

            –Hola, ¿puedes darme la hora? Me decía. 

Inmediatamente supe que era él… Impresionada voltee, estaba allí parado tan perfecto, sonriendo me dijo…

             –Eres esa chica de dulce mirada, hermosos rulos que flotan en el viento, piel dorada que brilla cuando la luz de la luna la toca, y una voz tan delicada que en mis sueños se repite una y otra vez junto al sonido hipnotizante del golpe de tus zapatos altos… Eres la chica que detiene el tiempo…  

 Continuara…  

si les gusto y quieren saber como continua la historia, saber que sucede con nuestra protagonista... les doy gracias por llegar hasta aquí y los invito a leer la publicación próxima.