—Por ahora, solo un café claro, Obed.

—¿Lo conozco? — Exclamó sorprendido el joven mesero al escuchar que le respondía por su nombre. Nadie en el restaurante conocía su segundo nombre, al menos eso pensaba hasta ese momento. Tal vez habría visto la ficha de registro, pero como adivinó solo puse la inicial, pensaba.

—Claro, ¿cuántas veces me has pedido que te saqué de aquí?

—Disculpe, está equivocado, es la primera vez que lo veo.

—Hasta me ofreciste tu alma.

En Juan Obed, un frió penetrante le paralizaba, solo fluían sus pensamientos. Aquel extraño lo miraba con flamante oscuridad diciéndole:

— Aquí estoy, luego del café ultimamos el acuerdo.

— ¿Qué quieres a cambio? respondió tímidamente el mesero, ¿no será mi alma?

— No vale. Eso son cuentos de caminos, solo debes adorarme sinceramente.

— ¿Qué gano yo con eso? y ¿Por qué quieres ayudarme?

La melodía del excelso músico del barroco italiano parecía interminable, así como también el aislamiento del recinto, era como si el tiempo se hubiese detenido y solo ellos existieran.

El mesero recordó fugazmente las recriminaciones que hiciera a su madre por haberle puesto tan raro nombre, por el cual fue objeto de burlas de sus compañeros. Al menos Juan era comúnmente aceptado. Ahora, este extraño ser quien lo llamaba por su segundo nombre lo invitaba a adorarlo, recordó que Obed significa adorador, todo una ironía.

— Te ofrezco un cambio de rol, en vez de servir, mandarás aquí. Creo que es lo mejor para ti.— Le respondió el extraño.

El mesero le miró fijamente mientras recordaba que su mamá también le explicó que el nombre de Juan significa, el fiel a Dios.

— Disculpa no hay trato alguno. Me arrepiento de mis ligerezas al hablar, así que no estoy interesado, prefiero ser pobre y trabajador.

— Está bien, no insistiré. Estaré pendiente, por si cambias de opinión.

Con el final de la triste melodía desapareció antes sus ojos la inefable criatura. Bajó las escaleras dirigiéndose a el área administrativa, pidió el favor a la secretaria de registrar en la base de datos su segundo nombre, desde ese día sintió mucho orgullo de llevarlo, lo salvó de un trato injusto.

"For now, just a light coffee, Obed."

"I know you?" The young waiter exclaimed surprised to hear that he answered by name. No one in the restaurant knew his middle name, at least he thought so far. Maybe I would have seen the registration form, but as you guessed it, if I just wrote the initial one, I thought.

"Sure, how many times have you asked me to get you out of here?"

"Excuse me, he's wrong, it's the first time I've seen him."

"You even offered me your soul."

In Juan Obed, a penetrating cold paralyzed him, only his thoughts flowed. That stranger looked at him with brand new darkness saying:

"Here I am, after coffee we finalize the agreement."

"What do you want in exchange?" the waiter replied timidly, won't it be my soul?

"It doesn't work. Those are tales of roads, you just have to love me sincerely."

"What do I earn with that? And why do you want to help me?"

The melody of the excellent Italian baroque musician seemed endless, as well as the isolation of the enclosure, it was as if time had stopped and only they existed.

The waiter briefly recalled the recriminations he made to his mother for having given him such a strange name, for which he was teased by his companions. At least Juan was commonly accepted. Now, this strange being who called him by his middle name invited him to worship him, he recalled that Obed means worshiper, all an irony.

"I offer you a change of role, instead of serving, you will be the boss and owner here. I think it's best for you." The stranger replied.

The waiter stared at him while he remembered that his mother also explained that John's name means, faithful to God.

"Sorry, there is no deal. I regret my lightness in speaking, so I am not interested, I prefer to be poor and hardworking."

"Okay, I won't insist. I'll be watching, in case you change your mind."

With the end of the sad melody the ineffable creature disappeared before his eyes. He went downstairs to the administrative area, asked the secretary to please register his middle name in the database, since that day he was very proud to take him, saved him from unfair treatment.