¿Coincidencia o Propósito Superior?
-¿ Señor, cuánto vale el pasaje hasta Moray? ... Responde: Son 20 soles.
-Pregunto asombrado: ¿Veinte soles? Pero, si está a 10 minutos. Esa es la tarifa joven 20 soles.
El me da la espalda y yo miro alrededor tratando de encontrar a alguien que al menos con una mirada me brinde un poco de apoyo moral. Para mi sorpresa, todos son conductores y parecen estar de acuerdo en que esa es la tarifa. En ese momento comprendo que no debo hablar más y decido caminar un poco. El calor es impresionante, por fortuna llevo una botella de un litro de agua y un saco para cubrirme la cabeza. Avanzo y a los 15 minutos llego a una casa donde hay dos señoras preparando algunas artesanías para la venta. Me miran y con mi saludo saben que soy extranjero.
Buenos días. ¿Hacia donde es el camino para Moray? Preguntó con la voz un poco baja por el agotamiento de mi seca garganta. Joven, los colectivos pasan por esa carretera, comenta ella señalando el camino por donde yo venía. Señora, pero quiero saber a ruta para ir caminando. Me mira con asombro y me dice. ¡Usted por ahí solo y con este calor! siga por ese camino y trate de seguir siempre hacia la dirección de la casa, no se vaya desviar porque puede perderse. Se va tardar mas de una hora.
Continuo mi camino, ahora un poco pensativo. Tal vez debo tomar el colectivo y evitar todo esto. 20 soles son como 20.000 pesos colombianos, a pesar de no ser tanto, me pueden servir para comer o para otras cosas. Bueno, ¡este es un gasto que puedo evitar y mejor sigo!. Fue lo que decidí en ese momento. Al principio estaba como arrepentido, el camino se veía interminable y el sol ardía a su máxima fuerza. No había sombras y tampoco rastro de personas. Llevaba 20 minutos y el panorama era el siguiente:
Debía caminar hasta el pie de esa montaña que se ve al fondo. Ya estaba resignado a caminar y pensé que de regreso si mejor tomaba el colectivo. No me quejaba, sabía que estaba allí por algo. E paisaje era hermoso y más adelante termine en mitad de un hato de ovejas.
Iba contento por la experiencia. Antes de llegar a Moray me encontré una pareja de viajeros, ello me dio tranquilidad, sabía que iba por el sendero correcto.
Seguí caminando y salí a una carretera, sabía que estaba muy cerca de mi objetivo. Justo en ese momento apareció un auto y no dude en hacer una señal para que me llevara. Inmediatamente se detuvo y yo me subí. Era una parejas de mexicanos que estaban viajando por el país. Eran cerca de las 12 del mediodía y a partir de ahí todo fue muy divertido. Estuve toda la tarde recorriendo con ellos. Viendo los círculos de Moray y compartiendo experiencias de viaje. Luego me invitaron a conocer otro lugar, llamado “Salineras de Maras” y al final del día me dejaron donde podía tomar el bus de regreso al lugar donde pasaría la noche.
Había conseguido transporte para toda la tarde, había hecho nuevos amigos que hasta para México me invitaron, había conocido un nuevo lugar que no estaba dentro del itinerario inicial y ...
Lo que pareció empezar un poco confuso al final terminó en una emocionante aventura. Mi aprendizaje es: Tu planeas y tienes un propósito, pero el camino es el que te va añadiendo esas cosas que ni siquiera llegaste a imaginar. Esas cosas son las que le dan emoción a tu viaje. Hay que tomar decisiones y afrontarlas con coraje, no hay que dar la vuelta atrás y pensar ¿qué hubiera pasado si?... Simplemente continuar avanzando, si la vida te pone en cierto camino es por un propósito superior que de momento uno no entiende. Por ejemplo, en ese momento no sabía que debía caminar para llegar justo en ese momento a la carretera, que el auto pasara y terminar de pasar una tarde maravillosa con estos viajeros que terminaron siendo mis amigos. Puede parecer coincidencia, pero así son la mayoría de las cosas en la vida.
Todo depende del valor que le otorgamos, lo conscientes que seamos de ellas y la forma que deseamos verlas.
Yo prefiero pensar que no es coincidencia y que al contrario todo es parte de un propósito superior, eso me hace feliz y me hace sentir protegido. Si algo no sale como yo pienso, solo me digo, esto va a pasar y esto es parte de algo que todavía no entiendo pero mas adelante voy a poder comprender y seguro es para mi bien. Entonces sigo adelante, feliz y agradecido en cualquier situación. Con ese tipo de pensamiento vivo mi vida y no alcanzan a imaginarse cuánto bien me hace. Espero les guste mi mensaje.