Capítulo 11.- Marrakech. Herboristerie Traditionnelle. Le secret de la nature.

Nos habían recomendado que no compráramos productos cosméticos, cremas y plantas medicinales en vendedores ambulantes, por que son de falsa fabricación la mayoría de las veces.

Había que buscar las herboristerias tradicionales. Y la encontramos, no sin ayuda de un señor muy amable, trabajador de la mezquita Kutubia, que nos acompañó hasta la misma puerta del establecimiento.

Situada en la Av. Mouahidine, a tocar de la Plaza Jemaal al Fnac. Compramos cremas de aceite de Argan, distintas plantas de té, plantas medicinales, etc.

Pudimos ver como las mujeres muelen los frutos para conseguir la pasta que posteriormente serán ungüentos y cremas. Valió la pena la visita.

Una de las mujeres me hizo un masaje relajante que me dejó la espalda y cervicales como nuevas por solo 2 €.

Nos obsequiaron con un té buenísimo.

Después de la visita a la herboristeria nos sumergimos de nuevo en la plaza y calles adyacentes. Al mediodia, la plaza ya era un bullicio constante. Las motocicletas circulaban por las angostas calles de la Medina en medio de ríos de gente, los vendedores te asaltan, los olores de comida y de falta de higiene te invaden y el ruido que no cesa te mantiene alerta constantemente.

Así es la Medina de Marrakech. Así es la vida aquí.

Que placer estar en este meollo y compartir experiencias con mi hijo, Joel.

Para acabar el primer día en Marrakech teníamos que ver la puesta de sol. Y nos dispusimos para ello.