Olé Torero (Cuento) Decima parte
Mandingo con el olor a sangre en su pitón se le encima a Rafael buscando una nueva víctima, pero este logra efectuarle buenos pases que le distraen el suficiente tiempo para que Miguel se levante del suelo y un poco contrariado camine hacia el burladero a buscar una nueva muleta, picado por la furia de haber sido revolcado y levemente herido por el toro.
La angustia pasa entonces y el aplauso al torero se siente nuevamente.
La música ha acallado sus notas y Miguel en el centro del ruedo, con el pantalón rasgado desafía nuevamente a Mandingo.
Este le contempla sin misericordia y con la pezuña rasga la arena para recordarle que ahora quien manda en el ruedo es él.
Pero un revolcón no es suficiente para vencer su tesón y Miguel quiere borrar la impresión de este, por lo que con la muleta en la misma posición intenta nuevamente la suerte que le costó el susto.
Esta vez el engaño si es suficiente y Mandingo no logra atraparlo.
Un pase de pecho, dos de rodillas y uno sentado en los palos son suficientes para que se anime nuevamente la tarde.
Él es un gran torero y Mandingo un buen toro y solo los mejores son capaces de realizar faenas extraordinarias.
Está cansado pero tiene ese extra de los iluminados, el que le bastó al toro para revolcarlo.
Nueva faena con la muleta rematada con giraldillas y pases bajos.
Girondinas y Manoletinas repetidas y el sabor a sangre que la arena chupa.
Toma su espada y la descubre de la muleta con ansias de terminar la faena.
Silencio absoluto mientras se acomoda para dar la estocada definitiva.
Fuente
Segunda parte
Tercera parte
Cuarta parte
Quinta parte
Sexta parte
Septima parte
Octava parte
Novena parte
You got a 2.52% upvote from @upme thanks to @joserafaelhf! Send at least 3 SBD or 3 STEEM to get upvote for next round. Delegate STEEM POWER and start earning 100% daily payouts ( no commission ).