Es porque es a lo que más estamos aferrados, los valores son la única cosa que no pueden quitarnos, sobre la que tenemos todo el control y poder de asegurar siendo predicadores. Todo lo demás parece estar escapado de nuestras manos.
Es porque es a lo que más estamos aferrados, los valores son la única cosa que no pueden quitarnos, sobre la que tenemos todo el control y poder de asegurar siendo predicadores. Todo lo demás parece estar escapado de nuestras manos.