Vivir aquí.

in #venezuela7 years ago

  Montarte en un camión “volteo” para llegar a tu destino porque la ruta de la universidad se accidentó dos veces seguidas y ya en la segunda se había dañado el repuesto. 

  Caminar por los túneles del metro porque el tren en el que venías empezó a fallar y el operador no sabía qué hacer, además de tener que salir por una estación que no conoces porque estás nuevo en la ciudad.

 Esperar dos horas por un autobús porque solo están trabajando dos.

 Esperar media hora en el andén sin saber si hay retraso o no porque nadie informa, por el altavoz solo dicen “mantente alejado de la franja amarilla”. 

  Pensar que la harina de maíz es oro puro. Y el dinero en efectivo también. 

  Caminar kilómetros hasta tu casa porque no quisiste gastar un pasaje exorbitante. 

  Ir al comedor de la universidad y verlo cerrado. Sin nadie que forme un alboroto por eso. 

  Ver los pasillos de tu facultad cada vez más y más vacíos.   

  Ir con el dinero escondido en partes donde no deberías tener dinero. Ir con cara de enojo aunque por dentro estés muerto de miedo. O quizás lo contrario, ya no le temes a nada. 

  No pagar el metro. Pagar por protección. No pagar por inscripción de semestre. Pagar por las notas. Pagar para tener dinero en efectivo.  

  Y aun así, despertar todos los días, con un ímpetu en tu espíritu que te hace pararte de la cama, hacerte el desayuno y querer creer que quizás hoy sea un buen día.    

Fuente

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Alternados

23 de enero (Excursión al Museo Aeronáutico de Maracay)

¡Gracias por leerme!


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Cortas historias que suman una muy grande.
En los momentos en los que me afecta el homesick, leer esto me ayuda a entender/recordar porqué se toman las decisiones que se toman.

Sí, cada una está super resumida porque cada una se tomaría el largo de un post y me pareció más efectivo poner varias a la vez. Muchas veces los planes que hacemos con la cabeza fría y las decisiones que tomamos para nuestro bien nos afectan porque implican salir de nuestra zona de confort. Solo debemos recordar siempre el por qué las tomamos y agarrar impulso siempre para llevarlas a cabo si sabemos que nos van a hacer bien. Aprecio muchísimo que hayas leído mi post, en serio! Gracias por tomarte el tiempo de comentarlo, un abrazo fuerte!

Eres valiente, todos lo somos al afrontar día a día la decadencia.

Es lo que toca cuando uno quiere llegar lejos en algo, muchas gracias por pensar eso de mí. Y gracias por tu comentario!!

De nada, me encantará seguir leyéndote.

Esta es la realidad del estudiante venezolano que le sigue poniendo ganas a salir adelante, aunque a veces no las tenga ya.

Sí, uno a veces no sabe de dónde ni cómo saca ganas para seguir intentándolo una vez más. Gracias por tu comentario!!

Imposible no sentirse ni un poquito identificada. Nos han arrebatado la calidad de vida.

Todo, nos han querido arrebatar todo. Es increíble como eso fue permitido. Gracias por tu comentario!!

Muy bueno tu post... el día a día que la esperanzas con la que te levantas no es la misma con la que te acuestas.

Gracias por tu comentario! Sí, el fin del día es a veces muy aplastante tras recordar todo lo que se ve y se vive en un solo día.