¿En verdad somos seres humanos?
Al comparar a alguien con un animal se hace de manera insultante para caracterizarlo como un ser sin modales, sin uso de razón, sin sentimiento alguno.
Pero al convivir con estos "seres humanos" comienzas a dudar de quién es el verdadero animal.
Vociferamos de ser los mejores comunicadores pero no sabemos hablar coherentemente por lo que terminamos entendiendo a punta de gritos y escupitajos o, peor aún, a los coñazos. Alardeamos de poseer un extenso léxico (si lo practicáramos no repetiríamos tantas palabras y fuéramos más inteligentes...) sin embargo preferimos hacernos señas, decir oraciones picadas a la mitad para que el otro adivine el resto y se harte de esta actividad.
En lo persona, hay veces que prefiero escuchar el silencio de los otros seres vivos; al menos ellos saben apreciar la tranquilidad.
Inventamos las caricias, los abrazos, lo cursi, lo romántico, que solo es utilizado por los más adiestrados en la materia; aunque en los momentos de desespero y rabia las olvidamos para recurrir a los golpes.
Muchos dicen que somos los seres vivos más afortunados por tener pulgares opuestos, como los simios, no obstante es una inmensa responsabilidad pues, gracias a ellos podemos tomar cosas, dejarlas en su lugar o lanzárselas a alguien... No sé, la acción dependerá del intelecto del individuo.
Según la vida salvaje, existe solo una ley: el más fuerte sobrevive.
Entra a la jungla pavimentada y encontrarás los animales más déspotas y funestos.
En este lugar varios especímenes combaten por el respeto de su manada, aquí no importa el género o edad ya que todos tienen la misma oportunidad de enfrentarse: Lo común es que lo logren por medio del miedo, sino recurren a la desesperanza y la amenaza.
Se empujan, se clavan los dientes y las garras para llegar a su objetivo y enseñarle a los cachorros como deben ganarse el puesto. Ser carroñeros, enfrentando a cualquier sin importar si es familia, amistad o conocido, todos son enemigos; las alianzas con los superiores es lo importante... Y la regla de oro jamás tener compasión por nadie.
Yo me siento como en unan expedición. Yo solo contemplo las maravillas sangrientas y caóticas de la ciudad, no crítico su estructura (que debería) sino sus especies (obviamente de lejos). Con ello he descubierto varias características pero las más impactantes las anote en esta bítacora confusa esperando a que alguien me pueda ayudar con este estudio y varias incógnitas preocupantes.
- ¿Quién se posiciona en el primer eslabón de la cadena alimenticia?
- ¿Quién es el más inteligente?
- ¿Cómo usan esa inteligencia?