Vivir en Maracaibo, la "Sucursal del Infierno"
Como venezolano y zuliano, me es difícil explicar con palabras la situación que vive actualmente mi hermoso país, más allá de las retóricas politiqueras e pseudoideológicas, hay problemas muy reales y tangibles que a diario enfrentamos los venezolanos, y que solo lo podemos entender quienes lo vivimos a diario; pero es importante aclarar algunas cosas para las personas que desconocen nuestra realidad:
- No hay una guerra civil ni nada parecido en Venezuela, aunque hayan estadísticas epidemiológicas y sociales que así lo sugieran, el sufrimiento de mi pueblo no es por un evento cataclísmico aislado, se ha ido generando progresivamente, y continúa creciendo a un ritmo espantósamente constante, créanme que eso lo hace peor que una guerra o hambruna.
- Los líderes políticos venezolanos (en su gran mayoría) se benefician de alguna manera de nuestra desgracia, (tanto los que gobiernan como los que se oponen), por eso hacen poco o nada efectivo para impulsar un cambio real.
- Los bloqueos impulsados por los país ¿aliados? a los venezolanos, lejos de ayudar a salir de los sátrapas que gobiernan, solo termina afectando más al pueblo, Maduro y su combo siguen generando riquezas y nosotros simplemente nos quedamos más empobrecidos y desasistidos.
Así es que vemos una población que debe intentar sobrevivir con un salario mínimo de 2 dólares al mes, aunque la realidad es que los privados pagan un mínimo de entre 12 y 15 dólares mensuales; agreguen a esto que no se produce nada en el país, por lo que debe traerse importado, y así podemos ver en el siguiente cuadro una comparativa al dí de hoy miércoles 09 de octubre de 2019, entre los precios de algunos rubros en supermercados de la vecina Colombia y de los precios equivalentes en Venezuela:
Solo 3 rubros los conseguimos más económicos en Venezuela de los 13 de esta lista, los demás son más caros, y consideren que en Colombia, un ciudadano gana alrededor de $250 al mes como mínimo y en Venezuela 15 dólares o $20 cuando mucho, la realidad es abrumadora.
Ahora el bloqueo afecta la distribución de gasolina, y el gobierno ilegítimo (pero funcional) de Maduro no la puede producir por su propia incompetencia, entonces tenemos una crisis monumental de transporte, los que aún pueden mantener un carro ahora deben luchar por mantener su carro andando, los transportistas deben pagar para obtener gasolina sin hacer colas, y ese pago lo trasladan al precio del pasaje, deteriorando más el desguarnecido ingreso del ciudadano.
Pero ¿Qué pasa con Maracaibo?, no es secreto para los que aquí vivimos que las cosas aquí tienen su propia particularidad, y en este caso su propia desgracia aumentada en plena crisis.
Más allá del problema del destruido ingreso del ciudadano, y de la especulación por la falta de oferta de productos, se unen dos variables que no sufren (afortunadamente) el resto de nuestros compatriotas:
RACIONAMIENTO ELÉCTRICO: En Venezuela hay un programa de racionamiento eléctrico forzado por la debacle de nuestro Sistema Eléctrico Nacional (SEN), han sido 20 años de abandono que están pasando facturas; todos los ciudadanos hemos sufrido por este mal, pero en Maracaibo (y en el Zulia en general) ha sido abrumadoramente peor. Los maracaiberos deben aguantar racionamientos diarios de 12 horas o más, en bloques de 6 horas, que por lo general no se cumplen cabalmante y tienden siempre a ser mayores, el estado y la ciudad más calurosa del país debe sufrir por la falta de energía eléctrica, y si agregamos que el SEN ha retrocedido a los tiempos previos a Guri, con fluctuaciones eléctricas 5 o 6 veces al día, que dañan los electrodomésticos, entonces pueden entender sin esforzarse lo delicado de nuestro caso.
LIMITACIONES CON EL AGUA POTABLE: Si, una ciudad y un estado con grandes ríos y el lago más grande de suramérica no tiene acceso al agua potable, está racionada como si viviésemos en una zona desértica, hasta 3 semanas sin recibir el preciado líquido vivimos la mayoría de los maracaiberos, y en algunos casos, simplemente no la reciben y deben comprarla a precios exorbitanes, ¿La razón?, el gobierno abandono el mantenimiento de los sistemas de distribución del agua potable, los embalses están llenos pero no pueden llevarla y distribuirla, cuanta desidia debemos soportar.
CIERRE DE EMPRESAS: este es más sutil y está relacionado con los dos anteriores, los empresarios deben luchar con horarios de racionamiento eléctrico severos, los que pueden adquirir una planta eléctrica no tienen acceso a los combustibles para surtirlas; también deben luchar con la migración (éxodo más bien) de los trabajadores, problemas de movilización del personal por el problema del transporte, a consecuencia del problema de la gasolina. Si sumamos el exabrupto de la Alcaldía Bolivariana de Maracaibo de pretender cobrar 4% neto de la ganancia final de las empresas en impuestos, queda plenamente explicado el por qué de los cierres de tantas empresas.
Así los maracaiberos debemos sufrir lo mismo que cualquier venezolano, pero agregando la carencia de electricidad, gasolina y oportunidades dignas de trabajo
Hoy por hoy, Maracaibo se ha vuelto verdaderamente la Sucursal del Infierno.