VENEZUELA EN LLAMAS... Lo que nos quita el sueño a diario!

images.jpg![venezuela-en-encrucijada-4.jpg]Miraflores, en ruinas, arde por los cuatro costados. Caracas está sumergida en un caos impresionante, columnas de humo se elevan a lo largo y ancho de la otrora orgullosa capital de Venezuela; los saqueos, a manos de una incontenible poblada, no han podido ser controlados y los últimos tres días no han hecho sino arreciar. El famoso obelisco de Altamira ya no existe, tampoco el Palacio Federal Legislativo y lo que fuera Fuerte Tiuna, apenas si resulta reconocible entre escombros e inmensos cráteres. Los muertos se cuentan por centenares, las calles despiden el olor nauseabundo de innúmeros cuerpos en descomposición, mientras que en todas partes se oyen tiroteos y gritos…no hay transmisiones de radio y televisión, tampoco funcionan los teléfonos celulares, ni internet.
En el interior del país la situación no es mejor: Maracaibo, Barquisimeto, San Cristóbal, Maracay, Cumaná, son escenarios post apocalípticos, unas sucumbieron al ataque feroz de los bombardeos, otras resultaron arrasadas por los motines y saqueos…en Valencia, el ataque al Fuerte Paramacay se ha convertido en una tragedia peor que la de Chorrillos en Panamá, pues la bombas han alcanzado el núcleo de la población de Naguanagua, entre otros blancos civiles. Cruz Roja Internacional estima que nada más en la capital carabobeña han fallecido entre 70.000 y 90.000 personas y los heridos alcanzan a más de 250.000.
La Casa Blanca niega los datos y afirma que la operación militar ha sido un éxito, sin embargo los focos de violencia no han podido ser controlados y mientras se esperan más tropas de ocupación, el caos reina por doquier. La inhumana decisión del Gobierno chavista de fusilar a un preso y a varios miembros de una misión religiosa, todos gringos, acusados de espías, fue el detonante para intensificar la acción militar y la absurda e inútil resistencia que inicialmente llamó a “defender la Revolución” no hizo sino ahondar la tragedia, aunque cumplió cabalmente con el objetivo de ganar tiempo, el suficiente para que Maduro, Cabello, Jorge y Delcy Rodríguez, abandonaran el país vía el exilio dorado en la Rusia de Putin.
La OEA, la ONU y la Unión Europea, han condenado la invasión; el Reino Unido, Canadá e Israel la apoyan; China y Rusia advierten a los Estados Unidos que cualquier menoscabo de sus intereses en Venezuela, se entenderá como una agresión directa; Guyana respalda enérgicamente la invasión, pensando en sacar provecho de una Venezuela completamente destruida; la izquierda internacional clama contra “el imperialismo yanqui” y ya han mitificado a Maduro con un lugar seguro en el panteón de cretinos que preside Allende. El Vaticano intenta organizar una red global de ayuda humanitaria para Venezuela: no hay insumos médicos y la escasa comida ya se agotó. Human Right Watch acusa al Gobierno de Trump de haber iniciado el “genocidio del pueblo venezolano”. El gobierno cubano también ha condenado la “violación de la soberanía venezolana” aunque ha dejado claro que el chavismo “no era un auténtico socialismo”.
Mientras, los mercados internacionales se desploman, el precio del petróleo alcanza niveles históricos y un dólar se cotiza en más de 10.000.000 de bolívares. La mayoría de los políticos de “oposición” han huido del país y los que hay no son confiables para el Departamento de Estado: Venezuela queda, indefinidamente, bajo régimen de ocupación militar!()