**LA GLORIA POSTRERA**
Estando en casa mi padre solicitó mi compañia, para hacer unas compras de rutina, nos alistamos entonces para salir. Tomamos el rumbo de costumbre para ir hasta el mercado, mientras caminabamos nos encontramos con una realidad, que cada dia golpea más y más nuestro país , pensé cuan olvidados del mundo nos hallamos hoy. Aún recuerdo a las personas que estaban allí, sus cuerpos encorvados, enjutos , con sus rostros tristes , como aquellos a los que, la esperanza ya no los visitaba hacía mucho tiempo.
Cada uno en lo suyo, unos anunciaban según el producto que vendían , otros confundidos con un desánimo marcado, renunciaban a comprar algo que dificilmente podían, en medio de ellos pensaba que triste ,saber de mi gente , saber de mi pueblo , de mis coterráneos venezolanos , sufriendo tanta desidía , tanto abandono , tanto dolor , las ilusiones de muchos se esfumaron, a muchos la soledad los acompaña ; para algunos sus familiares son recordados dia por dia , simplemente por que ya no están cerca. Aquellos que se fueron todavia tienen su alma sembrada en esta tierra, viajaron alguna vez con sus maletas repletas de sueños , de esperanzas, de sentires que preñan el alma de los que luchan por no dejarse vencer por nada. Cuanto dolor en mi corazón , a veces siento que es solo un mal sueño, que nuestras vidas se detuvieron para enseñarnos algo, que estabamos urgidos de aprender , que todo esto pronto pasará. Las personas se detienen para hurgar, para comprobar su escasez , su falta de dinero, sus miradas se reflejan perdidas, con la angustia que producen los eventos de la existencia donde ya es poco lo que podemos hacer. No podemos sucumbir , debemos resistir , ya el final está próximo , está por llegar . A los que nos toca quedarnos , nos arriesgamos para no perder las fuerzas en el interin de la victoria no alcanzada , aqui donde estoy , sobran las palabras , sobran las acciones que expresen más dolor de lo que espero ver a mi alrededor , sin embargo continúo observando desde lejos como deambulan, con el extravío que causa el caminar, sin saber hacia donde ir , sin saber donde llegar , cruzan sus espacios , violan sus propios límites , su débil aliento no altera sus rumbos , sus mentes se hunden aletargadas en pensamientos huecos , cargados de interrogantes sin respuestas , que batalla estarán librando , cuanta voluntad estarán perdiendo. Finalicé mi recorrido con mi alma herida , pero confiada en que, nuestras mentes no dilucidan lo maravilloso que está por sucedernos , y es esto justamente lo que sigo aguardando, lo que nos espera ha de ser una gloria postrera mayor que la primera .