Algunas recomendaciones a la hora de escribir.
"El arte de la expresión no me apareció como un oficio retórico, independiente de la conducta, sino como un medio para realizar plenamente el sentido humano [...] El ejercicio literario se me volvió agencia trascendente que invade y orienta todo el ser".
Alfonso Reyes.
1.) Saber concretar un tema. Para hacerlo, algo útil –y comúnmente usado entre periodistas – es comenzar por hacerse las seis preguntas fundamentales: qué, quien, cómo, dónde, cuándo, porqué.
2.) Toda composición, por muy larga o enrevesada que sea, ha de estar integrada por tres partes fundamentales: la introducción, el desarrollo y la conclusión. Aunque parece obvio, se trata de una ley de nuestro modo de conocer: solo entendemos realidades estructuradas.
3.) Para asegurar la claridad de nuestro texto hemos de tener en cuenta tres cosas:
- Unidad: Evitamos "irnos por las ramas". Descartamos lo que no tiene ninguna conexión con nuestro propósito, aunque nos parezca ingenioso o brillante.
- Coherencia: No basta la unidad. Cada una de las parte del texto ha de desarrollarse en orden.
- Énfasis: Procuramos lograr que el lector fije su atención en lo más importante. Esto podemos alcanzarlo a través del espacio que se destina a cada parte, por la colocación de las mismas, o a través de la repetición. Otro modo es haciendo uso de recursos tipográficos: las cursivas, LAS MAYÚSCULAS, "las comillas", etc.
4.) Escribir con sencillez, evitando las frases "enrolladas". Para esto puede ser útil considerar:
- Contraerse al tema.
- Evitar lo innecesario.
- Poner “una cosa después de otra”
- Moderar el uso de la voz pasiva, prefiriendo la forma directa.
5.) Recordando las palabras de Cervantes, hemos de procurar que nuestro vocabulario esté nutrido de “palabras significantes”. Para ello, este ha de ser: concreto (proximidad a las cosas), usual (de uso frecuente en la vida cotidiana) y preciso (aplicación inequívoca).
6.) En lo que se refiere a los signos de puntuación, recordemos que estos marcan el ritmo de nuestro texto. Este ha de ir en correspondencia con el movimiento del discurso. Vale la pena leer nuestro escrito en voz alta para fijarnos de esta cualidad rítmica.
7.) Y ¿qué hacemos con las citas? Debemos explicitar las citas de todo aquello que no nos pertenece, sabiendo que citar correctamente confiere peso a lo que decimos. Sin embargo, procuremos siempre que las citas sean buenas (con contenido), novedosas (evitar los lugares comunes) y necesarias (que ajuste bien en el texto).
8.) Finalicemos con estas valiosas palabras del autor: "la calidad de un escrito, su fuerza y su perennidad no depende en fin de cuentas de sus aspectos formales; depende de su necesidad. Esforzarnos por escribir sólo en la medida en la que tenemos algo que decir, ha de ser la norma suprema. De resto callar. Ese silencio avalora la palabra".
Como aconseja Martín Fierro:
el cantar con sentimiento,
no tiemplen el estrumento
por sólo el gusto de hablar,
y acostúmbrense a cantar
en cosas de fundamento.
Fuentes de las imágenes utilizadas en el post:
Imagen 1
Imagen 2
Imagen 3
Excelentes recomendaciones en un post muy nutritivo y necesario.
Gracias por compartir.
Me alegra que te sean útiles @xymaros ¡Un fuerte abrazo!
Esto es útil toda a vida. Sobretodo la octava.
Así mismo @israleve. La octava es la máxima que encierra todo el sentido.
¡Un fuerte abrazo y gracias por comentar!