La vida de un universitario UDISTA no siempre es fácil, de hecho está lejos de serlo. Con todo lo que está pasando en nuestro país, las cosas se ponen cada día peor. Muchos de nosotros no contamos con un ingreso monetario, lo que significa que encontrar un trabajo a medio tiempo es uno de los sueños más grandes de todo estudiante universitario.

Hace una semana estaba feliz. Había hecho un comentario en mi último post en el cual les decía que había conseguido un trabajo. Este me ofrecía muchos beneficios, y dado que mis ingresos no son suficientes, este empleo me llegaba como un rayito de luz. Además de eso, el empleo me permitía trabajar con el idioma que he estado aprendiendo todos estos años: inglés. Dicho trabajo era perfecto para mí; ofrecía buena remuneración (8.000.000 bs mensuales) lo que me parecía excelente para comenzar con un trabajo a medio tiempo, seguro social, utilidades, vacaciones y por si fuera poco libraría sábado y domingo. En fin, era el trabajo soñado.

Pero luego de aceptar la propuesta, no supe que todo se complicaría. La empresa quedaba al otro lado de la ciudad, y esta no tenía un transporte privado el cual me facilitara el traslado de ida y vuelta. Esto significaba que tendría que tomar cuatro autobuses; dos para ir a la empresa y dos para regresar a casa. Y con un horario que iba de 7:30 am a 4:00 pm, las probabilidades de llegar a tiempo se me hacían escasas.

La situación del transporte en mi ciudad “Cumaná”, como en otros estados del país, ha ido cada día cayendo en una decadencia increíble. La población de de autobuses ha descendido críticamente, y más son las personas que caminan a sus destinos, que los que tienen la oportunidad de montarse en un autobús o en algún camión, que son los nuevos vehículos de transporte público, (me da tristeza no tener un teléfono con cámara para así mostrarle al mundo lo que estamos sufriendo). Por si fuera poco, intentar subir a algún transporte se ha vuelto toda una lucha, con riesgo de ser robado, golpeado e incluso arrollado por los mismos autobuses. Debido a esta situación tan triste y a la vez frustrante, he tenido que renunciar al trabajo soñado. En mi segundo día de trabajo, me encontraba en la parada del autobús a las 5:00 am pensando que de esta manera podría conseguir tomar el transporte a buena hora, pero mi sorpresa fue ver que pasaba una hora y media y me encontraba en el mismo lugar. La calle parecía una escena de película de zombies; gente caminando por el medio de la carretera, corriendo cuando llegaba algún camión, golpeándose los unos a los otros. No me quedó otra opción que regresar a mi casa más triste que nunca. Mientras caminaba analicé todo lo que estaba ocurriendo; aparte del fallo del transporte público, también me estaba faltando dinero en efectivo para los pasajes. Así que si no era una cosa, era la otra.

Así que no me quedo otra opción, sino renunciar. Es una tristeza ya que encontrar un trabajo que pague la cantidad de dinero que mencioné, y que te permitan continuar con tus estudios, es algo casi que imposible. Cada día mis esperanzas disminuyen y como todos los jóvenes de ahora, solo pienso en terminar mi carrera para emigrar a otro país.

Sé que como mi caso, hay muchos más. Sin embargo, solo debemos tener paciencia y luchar por lo que queremos, luchar por un mejor futuro.