Cuento "BASURA ESPACIAL" (décimoseptima entrega).
Estoy publicando por partes mi cuento "Basura espacial"; esperen un párrafo diario.
(Para leer el anterior párrafo [el décimosexto], dar clic en https://steemit.com/spanish/@strontiumtoad/cuento-basura-espacial-decimosexta-entrega)
Entonces, su misión era arrojar las tarjetas como basura en un rincón vacío de la galaxia, donde flotarían hasta que la gravedad de la estrella más cercana las atrajera y las consumiera en el plasma incandescente. Por lo tanto, ¿sus antepasados, los sabios Primeros, estaban destruyendo la razón de ser de su especie: la propagación del Conocimiento Absoluto, a través de las tarjetas de presentación?. ¿Qué sentido tendría ahora cualquier viaje intragaláctico, si no era publicitar la Ciencia Total, regalo del planeta Bolón, a cualquiera que quisiera obtenerla y beneficiarse de El Saber Completo?. Difícil de creer, pero...
“Computadoras...”, preguntó con suspicacia, “¿cuál es el curso real de la nave?”. Otro medio parpadeo:
“Sol, capitán”.
Ah, ya: traicionado. Ya se imaginaba por quién.
“¿Se puede alterar?”.
“No, capitán. Lo sentimos. La órbita fue pre-programada en el casco mismo de la nave. No tenemos influencia allí, usted lo sabe”.
Sí, debía ser verdad: Sus centenares de subalternos electrobiónicos no le mentirían después de tantos millones de años de navegar juntos. Tenía que pensar rápido, lo cual era fácil para los de su especie. Actuar era lo difícil para una esfera de gelatina.
“A ver: probemos esto. Aunque la ruta está preprogramada, el control del giro axial es siempre mío, ¿verdad?”.
“Sí, capitán”.
“Entonces es fácil: aumentarlo a quince revoluciones. Eso dará la suficiente fuerza lateral para convertir la órbita en elíptica alrededor de esa estrella amarilla...1“.
“Eeeehhh… sí, eso es correcto, capitán, pero también podría destruir su delicada estructura interna por el fuerte giro: Nos referimos a su muerte por desgarre y licuefacción dentro del líquido de su soporte vital”.
“¡No me importa: solo quiero que esta nave regrese a ese pequeño planeta líquido a arrojar las tarjetas!. Hay vida en él: no parece tan inteligente ni poderosa, pero siempre hay esperanza...”.
Ahora sí las computadoras sonaron acongojadas:
“Disculpas, capitán: lo volvemos a sentir. Solo ahora nos damos cuenta de la situación tan anormal: Debimos informarle mucho antes, pero creímos que era un procedimiento usual…”.
“Ya, suéltenlo… qué más da...”.
“El casco fue soldado por fuera antes de salir de nuestro planeta. No hay escotilla alguna en la nave. La carga no se puede soltar”.
Traición, venganza y prisión, para colmo.