The image is an original creation of @xpilar, facilitated by him to write this story.

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Saludos cordiales estimados amigos, el siguiente relato está basado en contar una historia partiendo de una imagen digital facilitada por su creador @xpilar, los invito a que se una a esta iniciativa y visiten su blog para que sigan sus indicaciones de cómo participar: https://steemit.com/art/@xpilar/the-image-is-made-of-own-imagination-and-thoughts-competition-58

Best regards dear friends, the following story is based on telling a story based on a digital image provided by its creator @xpilar, I invite you to join this initiative and visit his blog to follow his instructions on how to participate: https://steemit.com/art/@xpilar/the-image-is-made-of-own-imagination-and-thoughts-competition-58

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Español

Zafiro arriba, turquesa abajo, a unos pocos metros del plato marino; aguas adentro, se puede apreciar una holografía de brillante y profundo azul diamantino, tachonado con un rosario de burbujas oxigenadas de clorofila y plancton traslúcido.Desde ese maravilloso lugar,se puede divisar, rara vez apreciada por el ojo humano, una suerte de actividad muy peculiar en el interior del océano.

Pero para poder divisarla, es necesario sumergir la mirada remota, esa que se abre,cuando se cierran los ojos físicos, se puede divisar a pocas leguas del fondo submarino, una fortaleza encofrada de selenio y pirita, se trata del camposanto donde sepultan a todas las criaturas marinas, una vez que han cumplido su ciclo vital en el océano.

Este enorme plato acuático, descansa sobre una sólida plataforma de cobalto bruto y azabache repujado, recubierto de carbón húmico finamente tallado y pulido, que le otorga a la base de la estructura una singular belleza.

Mientras observo la impresionante estructura, puedo divisar que se acerca una multitudinaria procesión de las más variadas especies marinas en actitud solemne, avanzan en un alineado desfile, parco, y circunspecto.

La procesión la realizan con motivo de rendirle honras fúnebres a sus fallecidos parientes, ahora comprendo la función de la bien ornamentada edificación.

Ingresan en un estricto orden marcial al interior del recinto, la alineada fila la encabezan dos enormes pulpos, quienes son los encargados de llevar los restos físicos de los fallecidos hasta su viaje final, en cada una de sus pegajosas ventosas, cargan minúsculos sarcófagos de cristal, cargados con un líquido viscoso verde fluorescente.Los octópodos balancean sus brazos en forma ondulante, emulando un baile serpentino de admirable belleza.

Este Húmedo ritual, en realidad no evoca tristeza ni pérdida, es un acto para celebrar la vida en todas sus directrices, pues el reino acuático conoce bien que la muerte es un proceso de transformación, en el que se cierra un ciclo de la vida, para continuar viviendo de otra manera, como materia transformada e iniciar un ciclo renovado de existencia como especie.

Por supuesto, como ocurre en cualquier sociedad, no faltan especies con una personalidad algo exaltada, de emociones un tanto dramáticas, y acá en Oceanía no es la excepción; por lo que presenciamos a un cortejo de peces bailarina, ataviadas de tul amarillo ascórbico, sollozando en lánguidos gemidos por la partida de un banco de peces de su parentela.

El resto del cortejo marcha jubiloso, como en una fiesta espiritual, con el decoro apropiado que debe guardar la compostura requerida del momento.

Una vez en el interior de la cápsula, los líderes del funeral, depositan los féretros traslúcidos en el panteón, que no es más que un laboratorio de regeneración celular, donde esas especies ya fallecidas revivirán en otra especie más evolucionada, a través de un proceso genético de avanzada tecnología, en la que podrán continuar con el ciclo de la vida que nunca se termina.

Celebradas las exequias de rigor, enmarcadas en cánticos y danzas autóctonas del continente, la procesión se retira en respetuoso silencio, a sus faenas ordinarias, propias de la existencia que experimentan ahora.

English

Sapphire above, turquoise below, a few meters from the sea plate; Inland, you can see a holography of bright and deep diamond blue, studded with a rosary of oxygenated chlorophyll bubbles and translucent plankton. From that wonderful place, you can see, rarely appreciated by the human eye, a kind of activity very peculiar inside the ocean.

But to be able to see it, it is necessary to submerge the remote look, the one that opens, when the physical eyes are closed, you can see a few leagues from the underwater bottom, a formwork fortress of selenium and pyrite, it is the cemetery where they bury all the sea creatures, once they have completed their life cycle in the ocean.

This huge aquatic plate rests on a solid platform of crude cobalt and embossed jet, coated with finely carved and polished humic coal, which gives the base of the structure a unique beauty.

As I observe the impressive structure, I can see that a massive procession of the most varied marine species is approaching in a solemn attitude, advancing in a lined parish and circumspect parade.

The procession is carried out on the occasion of paying funeral honors to their deceased relatives, now I understand the function of the well-ornamented building.

Enter a strict martial order inside the enclosure, the lined row is headed by two huge octopuses, who are responsible for carrying the physical remains of the deceased until their final trip, on each of their sticky suckers, load tiny crystal sarcophagi , loaded with a fluorescent green viscous liquid. The octapods swing their arms in an undulating shape, emulating a serpentine dance of admirable beauty.

This wet ritual, in reality does not evoke sadness or loss, is an act to celebrate life in all its guidelines, because the aquatic kingdom knows well that death is a process of transformation, in which a cycle of life is closed, to continue living in another way, as transformed matter and begin a renewed cycle of existence as a species.

Of course, as in any society, there is no lack of species with a somewhat exalted personality, of somewhat dramatic emotions, and here in Oceania is no exception; So we witness a courtship of dancer fish, dressed in ascorbic yellow tulle, sobbing in languid moans for the departure of a school of fish from their kinship.

The rest of the procession is joyful, as in a spiritual holiday, with the appropriate decorum that should keep the required composure of the moment.

Once inside the capsule, the funeral leaders deposit the translucent coffin in the pantheon, which is nothing more than a cell regeneration laboratory, where those already dead species will revive in another more evolved species, through a process Advanced genetic technology, in which they can continue with the cycle of life that never ends.

Celebrated the funeral of rigor, framed in songs and native dances of the continent, the procession retires in respectful silence, to its ordinary tasks, typical of the existence they experience now.

This way my story ends my friends, Thanks @xpilar and to all who are welcome to come to my blog

De esta manera finaliza mi historia amigos, Gracias @xpilar y a todos los que tienen a bien venir a mi blog